La vía soberanista pone a prueba el futuro de CiU como federación

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Las discrepancias entre Mas y Duran eran un secreto a voces.
Las discrepancias entre Mas y Duran eran un secreto a voces. J. Lago < / span>AFP< / span>

Duran admite que su relación con Mas es «mejorable» y el presidente catalán reconoce que existen «divergencias»

03 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

«Mejorable». Así definió ayer el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, su relación con el presidente catalán, Artur Mas. El portavoz de CiU en el Congreso hacía así público un secreto a voces: las discrepancias en torno al proceso soberanista han roto definitivamente un matrimonio político que se mantiene exclusivamente por mutua conveniencia electoral. Tras escuchar estas declaraciones, el propio Mas confirmó que hay «divergencias», que consideró fruto de un proceso soberanista en el que todos tienen diferentes «opiniones» y «apuestas».

A Duran i Lleida, que tiene a gala su vocación pactista y pragmática, le dolió especialmente la reciente referencia de Artur Mas a la inutilidad histórica de la «tercera vía» para el encaje de Cataluña en España, que él ha defendido siempre. «Yo discrepo del presidente Mas», afirmó ayer sin medias tintas el líder de Unió, porque, según dijo, «cuando ha habido pacto, alguna cosa hemos avanzado». Y, al contrario, cuando se ha intentado la independencia «solo ha habido fracaso y frustración».

Reunión Duran-Pere Navarro

Como muestra de que no renuncia a sus tesis, Duran se reunió ayer con el líder del PSC, Pere Navarro, para explorar esa «tercera vía» alternativa al soberanismo. En el fondo de esas discrepancias se sitúa también el hecho de que Unió no comparte la decisión de Mas de haber elegido como socio prioritario del Gobierno catalán a ERC. Cree que la formación independentista está arrastrando a la Generalitat a un callejón sin salida no solo en Cataluña, sino también en el plano internacional. «No se puede decir que Europa nos guardará un sitio», insistió ayer, tras advertir contra las «interpretaciones simplistas» en torno al encaje de una Cataluña independiente en la Unión Europa. Situándose en una posición intermedia entre la Generalitat y el Gobierno central, Duran se mostró «preocupado» por la evolución del conflicto. «Hago una advertencia aquí, pero también lo hago en relación a la actitud del Estado», insistió.

El problema para el líder de Unió es que Mas sospecha que está siendo utilizado por el Gobierno para frenar su órdago independentista. Y lo cierto es que ni el PP ni el Ejecutivo ocultan que consideran a Duran como la gran esperanza para alcanzar un acuerdo con Cataluña. Ayer, el portavoz de CiU trató de justificar su posición ante los sectores más soberanistas diciendo que apela al consenso para «dejar más con en el culo al aire al Estado cuando pide diálogo y a la vez cierra todas las puertas». «La unidad política no supone decir amén a todo», advirtió en todo caso para dejar claro que, aunque no desea la ruptura con CDC, no se amilanará. «Si alguien me provoca, sabré dar respuesta a la provocación, sé responder», insistió.

Crónica Crisis en la relación de unió y COnvergÈncia