Preocupación por el estado de salud de Juan Carlos I

Gracia Novás REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Atlas TV

La Casa del Rey reconoce un «cierto retroceso» en su recuperación y los partidos confían en que supere el bache

20 sep 2013 . Actualizado a las 12:05 h.

Aunque la vida privada de la familia real ha dejado de ser un tema silenciado a medida que han ido trascendiendo diversos episodios (divorcio de la infanta Elena, los noviazgos de don Felipe, Botsuana, Urdangarin, la princesa Corinna, las tensiones en el matrimonio de los reyes...) y hasta se publicita el destino del presupuesto que le asigna el Estado, la salud de Juan Carlos I se mantenía como tema tabú. Quizá porque el debate parecía ineludiblemente ligado a la oportunidad o no de poner en marcha la abdicación en el príncipe de Asturias. Pese a las últimas y numerosas intervenciones quirúrgicas, la información se remitía estrictamente a los partes médicos y al optimismo reiterado del pronto restablecimiento. «Es solo una visita al taller», gusta de comentar el monarca. Aunque una visita acabe solapándose con la siguiente.

La respetuosa preocupación expresada ayer por el PP y el PSOE parece haber cambiado el carácter rutinario de las valoraciones. Y la Casa del Rey confirma las dudas existentes sobre el restablecimiento al admitir un «cierto retroceso» en el proceso de recuperación de la movilidad de Juan Carlos I. El repetido recurso al bastón o las muletas, cuando ya parecían arrinconados, es un síntoma claro. Los periodistas que siguen la actividad real también han advertido un estancamiento en la marcha, si no un empeoramiento. La misma princesa Corinna -otrora compañera de safaris africanos- lo definió días atrás como «un anciano caballero que lucha por su salud».

Lo cierto es que quizá la exigencia es demasiada. El pasado año, apenas reincorporado a la actividad después de la operación de cadera tras su accidentada cacería en Botsuana, se volcó en la promoción en el exterior de la imagen de España y sus empresas. Fueron más de 70.000 los kilómetros recorridos sin descanso y el esfuerzo se cobró su peaje con una recaída de la que ahora parece que no logra sobreponerse. Y el dolor persiste y dificulta su normal desenvolvimiento cotidiano.

Hace apenas unos días, poco después de que unos generales evitaran que Juan Carlos I se desplomase en el suelo en una recepción al tomarlo por debajo de los brazos, el líder de IU, Cayo Lara, dijo, sobre la presidencia del rey en la apertura del año judicial, en la que erró el protocolo y que abandonó antes de la recepción final, lo que muchos pensaban pero no se atrevían a manifestar en público: «No está en las mejores condiciones».

«No hay que apretar las tuercas»

Ayer PP y PSOE cerraron filas y confiaron en que Juan Carlos I superará de forma satisfactoria sus problemas. Es más, el portavoz popular Alfonso Alonso relativizó la relevancia del frenazo en su restablecimiento: «Yo creo que el rey está realizando sus funciones y en plena actividad». El diputado socialista Ramón Jáuregui ahondó en esa idea al pedir calma y serenidad: «No hay que apretar las tuercas en esas cosas», exhortó en un intento de evitar especulaciones.

En la misma línea, aunque más áspera, fue la respuesta del también socialista y exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra: «¿Usted es médico? -replicó raudo al periodista-. Yo no soy médico y no tengo ni idea de si hay retroceso».

Médicos de Estados Unidos

Según El Confidencial, un equipo médico de Estados Unidos viaja a España para evaluar una nueva operación del monarca. El diario digital cita a fuentes muy cercanas a la Casa Real.

En Twitter aumentan los mensajes que especulan con la posibilidad de que hoy se produzca una noticia importante desde la institución monárquica.