Antes incluso de cuestionar los argumentos de la jueza, el PSOE criticó su don de la oportunidad, las coincidencias y casualidades que rodean «una y otra vez de manera sistemática» los autos que emite Alaya, que parecen pensados, reseña, para interferir en momentos trascendentales de la vida política andaluza. Los socialistas observan que su actuación judicial provoca una «alteración del normal funcionamiento de la vida democrática» de la comunidad autónoma, que ayer asistía a la toma de posesión del nuevo Ejecutivo, presidido por Susana Díaz. Más allá de esta acusación, y con «el máximo respeto a la justicia», el PSOE negó que los expresidentes Chaves y Griñán estén imputados, y lamentó un auto que, reprochó la portavoz parlamentaria Soraya Rodríguez, solo genera «enorme confusión» y una «no imputación mediática» que perjudica gravemente a los mencionados, y su reputación, pero que realmente «no afecta a su situación jurídica».
«Y tú más»
La popular Soraya Sáenz de Santamaría aprovechó, aunque sin citarlo, el auto para frenar las arremetidas socialistas por el caso Bárcenas. «Al PSOE se le ha caído el discurso», ironizó la vicepresidenta del Gobierno, que se mostró más pedagógica al advertir de que «aquí no vale el ??y tú mas?? y colgarse de la última noticia contra el partido rival, porque esa noticia se puede caer a media mañana como ha ocurrido hoy [por ayer]», en alusión a la decisión de Alaya.