La vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, ha afirmado que una participación del 50 % sería solo un «aprobado» y quieren un «sobresaliente»
30 ago 2013 . Actualizado a las 15:08 h.La vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, ha anunciado hoy que el ejecutivo incluirá en los Presupuestos de la Generalitat del 2014 una partida para cubrir el gasto de material necesario para celebrar la consulta de autodeterminación en Cataluña. En declaraciones a Catalunya Ràdio, la número dos del Govern ha recordado que el ejecutivo que preside Artur Mas tiene previsto celebrar el referendo en el 2014, aunque la fecha aún no está concretada.
A diferencia del presente año, en el que el ejecutivo catalán ha optado por prorrogar las cuentas, en el 2014 sí que habrán unos presupuestos en los que debería existir, según Ortega, una partida para el Departamento de Gobernación y Relaciones Institucionales para cubrir los gastos de organización de la consulta. «Tendremos que hacer un concurso para dotarnos del material necesario, como urnas, que hasta ahora nos dejaba el Estado», ha explicado la vicepresidenta. Ortega ha abogado por «actuar paso a paso» y «sin prisas» en el proceso de la consulta pero teniendo, sin embargo, «las cosas preparadas y haciéndolas bien», por lo que pedirá una partida para el material de la consulta.
Una participación del 50 % sería sólo un «aprobado»
Joana Ortega, ha destacado que una participación del 50 %o en la consulta de autodeterminación sería sólo un aprobado, y lo que ella desea es sacar un «sobresaliente». «Yo no me conformo con un aprobado. Quiero un sobresaliente, quiero un ejercicio tan alto -de participación- que demuestre al mundo que queremos decidir», ha aseverado.
Estas tesis de la también dirigente de UDC llegan después de que el pasado domingo, el secretario de organización de CDC, Josep Rull, cifrase en el 50 por ciento la participación necesaria en la consulta logre «reconocimiento internacional y legitimidad interna». Sobre la cifra del 50% que Rull da por buena, ha dicho que está convencida de que ambos quieren una «participación altísima», porque la consulta debe consagrarse como la máxima expresión de libertad.