El Gobierno niega que pidiera el indulto del pederasta, ya detenido

T. novoa REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Manifestantes marroquíes protestan por el indulto a Galván, el domingo en Kenitra.
Manifestantes marroquíes protestan por el indulto a Galván, el domingo en Kenitra. Abdelhak Senna< / span> efe< / span>

Fue apresado en el hotel de Murcia, donde llevaba dos noches alojado

06 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El Gobierno español salió ayer al paso del lío que se ha organizado con el indulto, posteriormente revocado, que el rey marroquí Mohamed VI concedió el martes de la semana pasada al pederasta español Daniel Galván, que fue detenido ayer en un hotel de Murcia, a donde llegó tras ser excarcelado el pasado miércoles de la prisión de Tánger. Según el Ejecutivo, en ningún momento se pidió el indulto para Galván, que, eso sí, fue incluido en una lista para conseguir que fuera trasladado a una cárcel española.

El Gobierno había solicitado el traslado a España y no el indulto de Galván para que cumpliese el resto de su condena en una cárcel española, según fuentes cercanas al caso. Su nombre fue propuesto por la embajada española en Rabat a última hora, junto a otros 30 reclusos. Paralelamente, se presentó un listado con 18 nombres de presos españoles para los que sí se solicitaba el indulto.

Pero cual fue la sorpresa cuando Mohamed VI anunció el pasado día 30, con motivo de la Fiesta del Trono, el indulto de estos 30 presos y los otros 18 ya previstos. Por razones desconocidas, las dos listas presentadas por la embajada se convirtieron en una sola y el rey alauí acordó un indulto colectivo a petición de don Juan Carlos, según comunicó entonces. Sin embargo, Zarzuela negó ayer este extremo y aseguró que lo único que hizo el rey fue interesarse por el estado de los presos españoles, pero sin llegar a pedir indulto alguno.

Autoridades judiciales de los dos países tratan ahora de encontrar una solución al problema. Lo más probable es que Galván Viña cumpla el resto de sus 28 años de condena en España, pero para ello debería de estar cumpliendo la pena, es decir, tendría que volver a Marruecos, ingresar en prisión e iniciar los trámites para solicitar su extradición a España, según señalan fuentes judiciales.

Galván Viña fue detenido a las 17.25 horas de ayer en el céntrico hotel Legazpi, de Murcia, a donde llegó el sábado en un autobús procedente de Andalucía. La Policía le seguía los pasos desde que pisó territorio español y procedió a su detención después de que el tribunal marroquí que le condenó, sito en Kenitra, emitiera ayer una orden internacional de detención. Diez agentes de la Policía Nacional de paisano irrumpieron en su habitación y lo arrestaron sin que opusiese resistencia. Apenas llevaba una maleta y pagaba los 30 euros diarios de la habitación. Posteriormente fue trasladado a una comisaría y hoy pasará a disposición del juzgado de guardia de la Audiencia Nacional, que en este caso recae en el instructor Fernando Andreu.

Un centenar de presos españoles siguen confinados en cárceles marroquíes, en muchos casos en situaciones de hacinamiento, según denuncia una plataforma de apoyo a presos.