Los diputados y sus maletas ocupan el Senado

A. A. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

02 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La de ayer fue, como mínimo, una inusual sesión del Congreso. Lo fue por el dónde, el cuándo y el porqué se celebró este pleno extraordinario. El Senado se transmutó en Cámara baja, un disfraz que le forzó un volumen de actividad más allá de lo acostumbrado en unas instalaciones abonadas al sosiego y el debate sereno. Los asientos de los senadores fueron ocupados por diputados, desalojados de su habitual lugar de encuentro por las obras que se están acometiendo en el Congreso y que se alargarán hasta septiembre. Y es que nadie contaba con que sus señorías fueran a reunirse un primero de agosto en una sesión extraordinaria.

Pero la actualidad manda, y el caso Bárcenas también. Sea como fuere, la operación salida tuvo su reflejo en las dependencias del Senado, por donde muchos de los diputados se pasearon acompañados de sus maletas con el fin de no perder un minuto más del necesario de cara al inicio de sus vacaciones. El nuevo escenario resultó desconocido para muchos de ellos. Tanto que algunos encontraron dificultades hasta para localizar los aseos, algo en lo que veteranos como el exvicepresidente socialista Alfonso Guerra mostraron la seguridad que otorgan más de una treintena de años de experiencia en la vida política.