Ruz seguirá seis meses más en la Audiencia Nacional, a las órdenes del juez Carmona

Julio Á. Fariñas REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

El acuerdo del nombramiento explicita que tanto el titular como el de apoyo deberán establecer «la distribución de cometidos en los términos que señala la ley»

25 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Una vez más, con el apoyo de los vocales conservadores Manuel Almenar y Antonio Dorado, Margarita Robles consiguió ayer imponerse en el seno de la comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y sacar adelante la aprobación de la propuesta de la sala de gobierno de la Audiencia Nacional para designar ya a Pablo Ruz como juez de apoyo del Juzgado Central número 5, al que su titular, Miguel Carmona, no se reincorporará hasta mediados del próximo octubre, cuando cese como vocal del CGPJ.

En contra de este acuerdo votaron Gonzalo Moliner, presidente del tercer poder del Estado, y la vocal del sector progresista, Almudena Lastra. Moliner -que ya había retirado la propuesta del orden del día de la comisión permanente de la pasada semana, porque no lo considera urgente- y Lastra entienden que debería haberse devuelto la propuesta a la sala de gobierno de la Audiencia Nacional para que, conforme a lo establecido en la actual Ley Orgánica del Poder Judicial, la reformulara de manera que la plaza se sacara a concurso.

En el voto particular, ambos han dejado constancia de que adoptaban esta postura sin que pueda deducirse de la misma ninguna «crítica o duda» de la labor que viene desarrollando hasta el momento Pablo Ruz, que se encuentra al frente del juzgado como sustituto desde que el titular se incorporó al órgano de gobierno de los jueces.

El acuerdo de nombramiento de Ruz para seis meses explicita que tanto el titular como el de apoyo deberán establecer «la distribución de cometidos en los términos que señala la ley».

Reparto de funciones

La ley dice que el titular se hace cargo de los asuntos en trámite mientras el refuerzo debe hacerse cargo de los nuevos. Ello significa que Ruz no queda asignado a la instrucción de los casos Gürtel y Bárcenas, porque sería contrario al principio del juez predeterminado y podría dar pie a una nulidad de actuaciones. Pero en la práctica permite que ambos pacten otro tipo de reparto, como pudiera ser que uno se ocupe de los sumarios pares y otro de los impares.