Urdangarin defiende que no se difundan sus correos para proteger su intimidad

Agencias

ESPAÑA

El duque de Palma ha llegado al juzgado antes para evitar una manifestación contra la corrupción y ha salido de las dependencias entre gritos de «chorizo»

16 jul 2013 . Actualizado a las 15:42 h.

El Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, ha solicitado este martes al Juzgado de Primera Instancia 46 de Barcelona que mantenga la prohibición de la difusión de los correos electrónicos personales del Duque para proteger su intimidad, han explicado fuentes judiciales.

Al terminar la vista, su abogado, Mario Pascual Vives, ha explicado a los medios de comunicación que ha pedido «mantener las medidas cautelares» aunque ha descartado revelar el contenido de la sesión de este martes al tratarse de un asunto de intimidad, según sus palabras, informa Europa Press. En la vista han estado juntos Urdangarin y su exsocio en el Instituto Nóos, Diego Torres, que comparecían en calidad de demandante y demandado, y Urdangarin ha salido una hora antes de concluir, una vez ha finalizado su declaración.

Tras comparecer en una vista celebrada a puerta cerrada a raíz de la demanda que presentó por vulneración de su derecho al honor con el fin de que se prohibiera la difusión de correos electrónicos que afecten a su intimidad, Urdangarin ha salido del juzgado hacia las 11.15 horas con aspecto tranquilo. Vestido con camisa azul claro, americana blanco roto y zapatos deportivos, el duque de Palma ha bajado desde el juzgado hasta la calle por una escalera interior, pero no ha podido evitar ser acompañado por las protestas de algunos funcionarios judiciales que han aprovechado hoy su comparecencia en los tribunales para expresar su rechazo a los recortes presupuestarios, informa Efe. Varias personas se han apostado también en la puerta de acceso y salida de la Ciudad de la Justicia con banderas republicanas que han agitado al paso del duque junto a ellas. El ex socio de Urdangarin, Diego Torres, continuaba al mediodía de hoy en el interior de juzgado, en una comparecencia en la que los dos antiguos socios se han visto por primera vez las caras en Barcelona desde que estalló el caso Nóos.

Una sonrisa a su llegada

El duque de Palma, Iñaki Urdangarin, llegó a la Ciudad de la Justicia de Barcelona con más de una hora de antelación sobre el horario previsto para el inicio de la vista en la que una juez debía resolver si mantiene la prohibición de difundir los correos que afectan a su intimidad.

Urdangarin, que ha sido citado como testigo, llegó a los juzgados a las 08.49 horas de la mañana y, tras saludar con un «buenos días» a las decenas de periodistas, cámaras y fotógrafos congregados en la zona, se ha dirigido directamente a la puerta de la sala de vistas 117 de la Ciudad de la Justicia, en la que se ha llevado a cabo la sesión, convocada a las 10.00 horas.

Posteriormente, a las 09.17 horas, ha llegado el exsocio de Urdangarin, Diego Torres, acompañado por su abogado, Manuel González Peeters, quienes se han dirigido a la sala de vistas sin hacer ninguna declaración.

Vista a puerta cerrada

La vista se celebró a puerta cerrada por orden de la titular del juzgado de primera instancia número 46 de Barcelona, que fue la que el pasado 15 de abril acordó, como medida cautelar, prohibir la difusión de correos electrónicos que afectasen a la intimidad de Iñaki Urdangarin, a raíz de la demanda que este presentó contra Diego Torres y ocho grupos editoriales por vulneración del derecho al honor.

Urdangarin llegó sin su abogado, únicamente custodiado por una comitiva de agentes de seguridad que iban de paisano, mientras decenas de periodistas aguardaban en las zonas valladas habilitadas de forma excepcional para llevar a cabo su trabajo.

En un auto notificado ayer a las partes, la juez justificó su decisión de celebrar la vista a puerta cerrada con el objetivo de proteger el derecho a la intimidad de Iñaki Urdangarin, que fue quien reclamó al juzgado que se vetara la difusión de correos electrónicos que afectasen a su intimidad.

Según la juez, la vista, que ha despertado una gran expectación por la citación como testigos tanto del duque como de su exsocio Diego Torres, ambos imputados en el caso Nóos, «no tiene interés general y resulta intrascendente al interés público», ya que se trata de un trámite «meramente procesal».

Tras la vista, la juez deberá ratificar o revocar esta medida cautelar de prohibir la difusión de los correos, acordada el pasado 15 de abril, ya que los demandados se opusieron a ella. A lo largo de la instrucción del caso Nóos, Diego Torres ha presentado en el juzgado numerosos correos electrónicos atribuidos al duque de Palma, que se han ido incorporando al sumario y que, en algunas ocasiones, han sido publicados en la prensa.

Urdangarin presentó en mayo pasado en el juzgado una demanda por vulneración del derecho al honor en el que solicitó una simbólica indemnización de un euro -más costas judiciales- a cada una de las partes contra las que dirigió el litigo, al tiempo que reclamó que se prohibiera la difusión de correos electrónicos que afectasen a su intimidad.