Los padres de Arantxa Sánchez Vicario se sienten «calumniados» pero desean «recomponer la situación»

Agencias

ESPAÑA

Le piden perdón por si en algún momento no se ha sentido «apoyada o comprendida» y dejan en sus manos «la voluntad de perpetuar» esta situación

03 jul 2013 . Actualizado a las 17:50 h.

Los padres de la extenista Arantxa Sánchez Vicario afirman que están siendo tratados «injustamente» por su hija tras la publicación de su libro y la interposición de varias demandas y querellas, y se sienten «calumniados», aunque, pese a todo, desean «recomponer una situación familiar difícil y dolorosa».

En un comunicado redactado por la madre de la extenista, Marisa Vicario, firmado también por su esposo Emilio Sánchez Benito, los padres de Arantxa le piden perdón por si en algún momento no se ha sentido «apoyada o comprendida» y dejan en sus manos «la voluntad de perpetuar» esta situación de enfrentamiento familiar. Los padres de la ex campeona olímpica han roto hoy su silencio que mantenían. «Para no perjudicar ni entorpecer cualquier posibilidad (por remota que ésta fuere) de recuperar la paz familiar, que es, y ha sido siempre, nuestro objetivo y más preciado deseo», dice la nota.

Entre otras disputas y diferencias, Arantxa Sánchez denunció a sus padres para que dejen de usar el piso que ella les cedió para vivir en la avenida Diagonal de Barcelona. También se ha querellado contra su padre, su hermano Javier, el abogado de la familia y un asesor económico a los que acusa de haberse apropiado de 16 millones de la fortuna que amasó jugando a tenis y que tenía a nombre de diferentes empresas patrimoniales en cuentas bancarias en el extranjero. Los padres recuerdan que han aceptado en dos ocasiones la solicitud de los abogados de Arantxa de suspender el juicio por la reclamación judicial para recuperar el piso y apartamento que disfrutan «desde hace más de 20 años». Tras considerar que ha transcurrido mucho tiempo sin que se resuelva «satisfactoriamente esta lamentable y penosa situación», los padres de la extenista aseguran que no se sienten «merecedores del trato injusto y calumnioso» al que se han visto sometidos. «Desde lo más profundo de nuestro corazón de padres, perdonamos a Arantxa por todos y cada uno de aquellos actos y omisiones que durante el curso de estos años ella (o su entorno) ha realizado y que nos han causado, inevitablemente, un inmenso e inmerecido dolor», escribe Marisa Vicario. Aunque aseguran que han sido acusados de hechos que no han cometido, los padres de Arantxa le piden disculpas «por si en algún momento de su vida no se ha sentido apoyada, o comprendida, del modo que ella esperaba». «Deseamos fervientemente que nuestra hija Arantxa recupere, a su vez, con su esposo e hijos la paz y tranquilidad que todo el mundo merece, para que sea plenamente feliz. Y ojalá llegue el día en que considere que sus hijos merecen tener además otros abuelos, tíos y primos. Nuestros brazos (los míos y los de Emilio) siempre estarán abiertos», escribe la madre de la extenista.

Los padres de Arantxa insinúan que el «entorno» de su hija ha optado por dar una opinión «subjetiva, unilateral y sesgada a los medios» frente a su opción de «cerrar con dignidad y discreción» la disputa familiar. «No podemos hacer más por intentar solucionar el enfrentamiento familiar que, a nuestro modesto juicio, nunca debería haber existido. Dejamos en manos de la propia Arantxa la voluntad de perpetuarlo. Sólo a ella le corresponde esta decisión», añaden los progenitores de la tenista. Marisa Vicario explica en el comunicado que quiere dedicarse «en cuerpo y alma» a cuidar a su esposo, enfermo de Alzheimer, y no quiere que esta situación vaya minando inexorablemente su moral. «Necesito todas las fuerzas que tengo para hacer frente a las circunstancias que las enfermedades de mi marido conllevan, con la fortaleza y dignidad requeridas», implora Marisa Vicario, que agradece a sus otros hijos, nueras y yerno y sus nietos y amigos «el incondicional apoyo que, durante este doloroso trance» les han prestado.

Su padre niega los delitos

El padre de Arantxa Sánchez Vicario, Emilio Sánchez Benito, imputado por apropiarse de 16 millones de euros de las cuentas de la extenista, ha negado este miércoles los delitos que se le imputan, aunque ha afirmado que debe ser su hija la que decida si quiere «perpetuar» el conflicto.

La Audiencia de Barcelona imputó al padre de la extenista, a su hermano Javier Sánchez Vicario, al abogado Bonaventura Castellanos y al economista Francisco de Paula Oro por los delitos de apropiación indebida, administración fraudulenta, falsedad en documento público y desleatad profesional, tras lo que el padre ha dejado en manos de su hija seguir adelante: «Solo a ella le corresponde la decisión», ha dicho en un comunicado.

Ha considerado que ya no puede hacer más para solucionar el enfrentamiento familiar, incluso después de permanecer en silencio para no perjudicar las posibilidades de reconciliación, y le ha pedido perdón por si, en algún momento de su vida, «no se ha sentido apoyada o comprendida del modo que ella esperaba». Según la Audiencia, los cinco imputados se apropiaron supuestamente de 16 millones de euros de las cuentas de las sociedades de la extenista, que gestionaban en su nombre desde que ella tenía 14 años hasta el 2005. Arantxa Sánchez Vicario interpuso denuncia contra ellos al recibir una sanción administrativa por una liquidación incorrecta del IRPF de más de 5 millones de euros en sus sociedades, por lo que decidió encargar una auditoría interna, y descubrió que los imputados habían estado derivando fondos de su cuenta hacia otras en Andorra, Luxemburgo y Suiza.