Los barones callan ante Rajoy tras el ingreso de Bárcenas en prisión

Antonio Montilla MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Gurtel PH

El presidente pide calma, promete colaboración con la Justicia y De Cospedal exige al juez Ruz que acelere la instrucción que comenzó hace cuatro años

02 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Hablar fuera, callar dentro. Los barones regionales del PP que habían reclamado mayor contundencia a la dirección popular en relación con el caso Bárcenas enmudecieron ayer ante Rajoy, que recomendó «calma» al partido durante su intervención a puerta cerrada en el comité ejecutivo nacional. El líder del PP pretende dar carpetazo a este escándalo porque entiende que ensombrece sus primeros logros en materia económica. Sabe que su deseo, de momento, no casa con la realidad. «Seguiremos un tiempo con esta historia», se lamentó Rajoy.

Los acontecimientos previos a la reunión -ingreso en prisión de Bárcenas, presentación de la controvertida reforma de la Administración y el «rácano» reparto del nuevo margen de déficit para las autonomías- hacían presagiar la polémica. Nada más lejos de la realidad. El comité ejecutivo nacional del PP, del que forman parte unos 80 dirigentes, pasó con más pena que gloria. Además de Rajoy, solo tomaron la palabra María Dolores de Cospedal, que expuso un informe de gestión, y Juan Ignacio Zoido, líder del PP de Andalucía, que informó de la situación política en esa región tras el anuncio de Griñán de que no volvería a ser candidato. Y ello pese a que incluso minutos antes de la cita, algunos barones alertaron en la puerta de Génova sobre las consecuencias del encarcelamiento del extesorero.

«Absolutamente abochornada»

La madrileña Esperanza Aguirre dijo estar «absolutamente abochornada» por las informaciones sobre casos de corrupción en el PP. «El presidente de mi partido -sostuvo- supongo que está igual de abochornado que yo». Arantxa Quiroga, presidenta del PP vasco, que llegó a decir que el enriquecimiento de Bárcenas le provocaba «vómito», se limitó a comentar que el extesorero más que preocupar «ocupa al PP, que está tomando medidas internas».

Ni estas ni otras reflexiones tuvieron eco en el interior. Rajoy logró uno de sus objetivos: que nadie citase de manera expresa a Bárcenas, pese a que el extesorero trabajó durante más de 30 años a pocos pasos de la sala donde se realizan estas reuniones de la dirección popular.

La foto del comité resume el momento que vive el partido: la vieja guardia reclama cautela a la espera de las «bombas» que pueda soltar Bárcenas desde prisión, mientras los dirigentes más jóvenes, sin vinculación alguna con el extesorero, quieren que se depuren responsabilidades «caiga quien caiga».

«No tengo miedo a nada»

Tras comprometer máxima colaboración con la justicia, Rajoy, una vez más, delegó la tarea de informar en María De Cospedal, contundente a la hora de valorar la posibilidad de que Bárcenas tire de la manta. «No tengo miedo a nada», clamó. Sus preocupaciones son otras. Sin ir tan lejos como su vicesecretario Carlos Floriano, que se quejó ante lo que consideró una «causa judicial general» contra el PP, De Cospedal solicitó a Pablo Ruz, juez de los casos Gürtel y Bárcenas, que acelere la instrucción que ya lleva abierta cuatro años.