El PP de Valencia inaugura su convención regional con imputados por los pasillos

A. T. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Los populares defienden la gestión de Zaplana, Camps, fabra y Barberá

08 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La dirección nacional del PP llegó ayer a Castellón en auxilio de los populares valencianos, acuciados por los casos judiciales de corrupción y atemorizados por unas encuestas que, por primera vez desde 1995, les sitúan lejos de la mayoría absoluta en la Comunidad Valenciana.

Y lo hizo de una manera inesperada, con una reivindicación de la historia reciente de esta formación y equiparando en importancia la gestión de los expresidentes Eduardo Zaplana y Francisco Camps con la del actual líder de la Generalitat, Alberto Fabra, y de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que se enfrenta a una posible imputación en el caso Nóos por un supuesto trato de favor del Ayuntamiento a la empresa de Iñaki Urdangarin. A falta de lo que pueda decir Mariano Rajoy, que hoy clausura esta convención regional, Carlos Floriano y Esteban González Pons, vicesecretarios generales de Organización y de Programas destacaron la «humildad» de un partido que es capaz de «pedir disculpas por cosas que no se tenían que haber hecho» y de «rectificar», en aparente alusión a los casos de corrupción.

Aparente porque ninguno de los dos comentó las acusaciones o imputaciones que pesan contra once parlamentarios autonómicos del PP y contra los alcaldes de Castellón, Alfonso Bataller, y de Alicante, Sonia Castedo, un trío que podría completar Barberá en cuestión de semanas.

Para encontrar un político imputado no hay que alejarse mucho del Palacio de Congresos de Peñíscola, localidad castellonense donde se celebra este cónclave. Una de ellas es la regidora de Alicante que protagonizó una anécdota nada más llegar al recinto. «¿Piensa usted dimitir?», le preguntaron los informadores. «¿Yo, por qué?», respondió Sonia Castedo. «Porque está usted imputada», insistieron los periodistas, a lo que la alcaldesa replicó con un lacónico «¿Y?». Más tarde intentó explicar que solo había querido decir que el término «imputado se había prostituido mucho».