Políticos tertulianos, ¿teledirigidos por los partidos?

P. García (Colpisa)

ESPAÑA

El político socialista Antonio Carmona afirmó en una charla grabada que acudió a un debate sobre los ERE «teledirigido» por Griñán. Este lo niega

06 jun 2013 . Actualizado a las 11:50 h.

«Lo puedo decir aquí sin que nadie me grabe. Fui al debate del ERE en Andalucía teledirigido, nunca mejor dicho, por José Antonio Griñán y Mario Jiménez. Tan teledirigido que me mandaban mensajes por Whatsapp todo el tiempo, como es natural». Antonio Manuel Carmona se creía seguro ante sus camaradas, pero acabó acribillado por una ráfaga de vídeo amigo y con los aludidos telemensajeros negando la mayor. No solo grabaron sus comprometedoras palabras, sino que se difundieron en YouTube por el periodista Manuel Moriel Cambres e incendiaron las redes sociales a la velocidad del rayo.

El diputado y portavoz de Economía del PSOE en la Asamblea de Madrid se ha desdicho tras confirmar que el enemigo también está en casa. No volverá a confiar ciegamente en su entorno y en la próxima reunión de partido exigirá a sus colegas que entren desarmados, esto es, sin teléfonos ni cámaras que, como las pistolas, las carga el diablo. Y es que la confiada y distendida confesión de su señoría tiene lugar en una sala de la Agrupación socialista de Chamberí, en Madrid.

«No tengo el teléfono de Carmona»

Un ufano Camona fue más allá y defendió risueño y campechano la teledirección. «Es lo que hay que hacer», dijo a los suyos con convicción, al tiempo que defendía a Griñán como persona «muy honrada» y exhibía el cuerpo del delito: el teléfono que habría echado humo con mensaje del presidente andaluz durante el debata de marras en Telecinco. Dolido por la traición, no contaba con quedar por segunda vez con las vergüenzas al aire. «No tengo el teléfono de Carmona. En mi vida le he enviado un whatsapp», tuiteó Griñán para mayor pasmo del portavoz socialista de Economía en la Asamblea de Madrid. Para liarlo todo más, el vídeo del programa no aparecía en la web de Telecinco, pero la cadena asegura que se trata de una «casualidad». «El programa se emitió en Semana Santa y la gente que lo debía subir estaba de vacaciones. Pero lo vamos a subir cuanto antes para que no haya ninguna polémica», subraya una fuente de la cadena.

En el vídeo «robado» Carmona sostiene que acudió al debate «porque me mandó el partido» y considera «natural» que los dirigentes andaluces le remitieran mensajes «todo el tiempo». Pero trató luego de cortar la cascada de críticas recurriendo al tópico de que sus palabras están «descontextualizadas». Pronunció la palabra «teledirigido», admite, pero asegura que quiere decir «que antes de ir a un debate en representación de mi partido me informo». «En el caso de Andalucía hablo con los compañeros de Andalucía, nunca lo hice con Griñán, pero voy informado de cuáles son las últimas noticias para poder defender la verdad sin ocultar nada», se justifica Carmona en una nota.

«Eviar el mensaje del partido»

Habitual en debates y tertulias televisivas, del programa de Ana Rosa a La Noche en 24 horas, pasando por Al rojo vivo o El Debate de La Sexta, Carmona insta en la grabación a sus compañeros a que acudan como él a la tele para «enviar el mensaje del partido». Se autopregunta si están «dirigidos», para responderse que «completamente». Cita al secretario general de los socialistas madrileño, Tomás Gómez, para asegurar que juntos han tratado de «meter gente en los medios de comunicación» para trasladar el mensaje de su partido y que, «en algunos casos, ha cuajado».

Tuvo que dimitir por el Prestige

Carmona se rinde al poder de la tele y desprecia y ningunea el de los diarios. «La noticia de un periódico la leen 133 personas (...) y lo que dices en la tele llega a siete millones de personas». «Eso es lo que hay que hacer y los que opinan lo contrario están muy, muy, equivocados», se reafirma el locuaz político, que ya pagó con su dimisión su incendiaria facilidad de palabra. En 2002 tuvo que dimitir como diputado en la Asamblea de Madrid tras unas desafortunadas declaraciones sobre la tragedia del Prestige. Apreció entonces Carmona que el PSOE estaba «sobrado» de votos tras el hundimiento del petrolero. «Y si hace falta, hundimos otro barco», se permitió afirmar.