El Gobierno centra el diálogo con el PSOE en la UE pero no descarta otros acuerdos

P. de las Heras / Colpisa MADRID

ESPAÑA

Rubalcaba insiste en que es preciso hablar sobre sanidad, salarios, pensiones o precios pese a admitir «diferencias» importantes

31 may 2013 . Actualizado a las 22:40 h.

Algo se mueve en la relación entre el Ejecutivo y el primer partido de la oposición. En apenas dos semanas, el Gobierno ha pasado de no ver «clima» para un gran acuerdo sobre crecimiento y empleo, planteado por Alfredo Pérez Rubalcaba, a dejar una puerta abierta a su futura discusión.

«Las cosas hay que construirlas poco a poco -señaló hoy la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría-. Ahora estamos abordando algunos aspectos importantes en el seno de la UE».

La número dos del Gobierno dejó claro así que, de momento, las conversaciones se circunscriben a lo que es posible reivindicar en Bruselas, pero apuntó que, sobre la mesa, están también la ley de transparencia, para la que existe una buena predisposición en la dirección socialista; las pensiones; y la reforma de las administraciones públicas.

«Este mes es el Consejo Europeo, y las cosas hay que analizarlas despacio y ver qué se propone y dónde está cada cuál», argumentó. La cita que tendrá lugar los días 27 y 28 de junio es, a juicio de los dos principales partidos españoles y del grueso del arco parlamentario, «clave».

De ella se esperan decisiones relevantes para combatir el desempleo (la movilización inmediata de los 6.000 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones para jóvenes); estimular el crecimiento (con créditos del propio BEI para pymes), y acelerar la unión bancaria, esencial para España, porque permitiría que el rescate de hasta 100.000 euros para la banca no compute como deuda pública, pero problemático para Alemania.

Lo que no aclaró la vicepresidenta es si el Gobierno está dispuesto a escenificar ese eventual acuerdo en materia europea en un pleno previo al Consejo, como sugirió Rubalcaba en la sesión de control del pasado miércoles. Los socialistas sostienen que eso permitiría a Mariano Rajoy negociar con la fuerza del Parlamento nacional a sus espaldas, pero nunca se ha hecho algo así en España. Lo habitual, porque además existe una obligación legal para ello, es que el presidente informe a la cámara sobre los acuerdos alcanzados en Europa a posteriori.

Sáenz de Santamaría alegó que cómo se «visualice» el pacto es lo de menos y que lo fundamental es su «contenido». Y prometió que Mariano Rajoy pondrá al día a todos los grupos, y especialmente al PSOE, de aquello que se aborde en la reunión que mantendrá la próxima semana, en concreto el día 5, con el consejo de comisarios y varios ministros. Rajoy y Rubalcaba suelen hablar, de hecho, cada vez que el líder de la oposición se cita con un mandatario europeo, según él mismo relató el jueves, para defender una misma posición.

Obligación «moral»

El secretario general del PSOE, en todo caso, insistió hoy en que es necesario ir más allá y defendió la necesidad de ampliar las conversaciones a cuestiones como salarios, precios, educación, sanidad o pensiones.

«No es fácil -admitió durante su participación en el Círculo de Economía de Sitges-; las diferencias son importantes y las tentaciones también, pero como partido de la oposición, y como partido que hemos sido de Gobierno (del que salimos como salimos), nuestra obligación política, moral e institucional es plantearlo».

El presidente del Congreso, Jesús Posada, echó un jarro de agua fría sobre estas aspiraciones. En una entrevista en Radio Nacional alegó que, aunque todo el mundo los cree «deseables», los pactos globales son, literalmente, «imposibles». «Eso no quiere decir que no haya que colaborar», matizó.

La vicepresidenta fue menos tajante, pero tampoco quiso crear demasiadas expectativas. Dio por hecho que todos los partidos desean que se cree empleo y se mostró abierta a oír sus propuestas. Ahora bien, recordó que el PSOE obtuvo un resultado «que está ahí». «Y este Gobierno está llevando a cabo otro tipo de reformas porque creemos que ésta es la senda», concluyó