Reconoce que la izquierda pensó ya estaba todo hecho con la puesta en marcha del estado del Bienestar
11 may 2013 . Actualizado a las 16:06 h.El secretario general del Partido Socialista de Euskadi, Patxi López, ha reconocido hoy la dejación de responsabilidades que durante un tiempo hicieron los partidos de izquierdas, incluido el PSOE, ante la «tormenta perfecta» que ha supuesto la asunción en el mundo del «catecismo neoliberal».
López ha dicho en Zaragoza, durante su intervención en la Escuela de Formación Tomás Meabe de las Juventudes Socialistas, que en política «hay mucho que cambiar de forma radical».
El exlehendakari ha insistido en que la izquierda «durante mucho tiempo dejó de hacer porque pensó que ya había hecho todo lo que le correspondía: poner en marcha el Estado del bienestar y los servicios públicos que garantizaban la igualdad y la solidaridad». Eso supuso, ha añadido, dejar libertad al mercado y la sociedad «en manos de especuladores sin alma».
El Estado del bienestar es «el libro» en el que los socialistas «escriben sus valores», porque supone «garantía de igualdad de oportunidades» y una «red solidaria» que impide dejar a nadie abandonado a su suerte, ha proseguido López.
Pero ahora se escucha, ha manifestado, que el Estado del bienestar es «un derroche» y «no se puede pagar», y con esa excusa se intenta «desmantelarlo y privatizarlo» y, así, «se abandona a su suerte a miles de personas y se hace negocio privado con las necesidades ciudadanas».
El problema, ha añadido, no es que no haya recursos para atender estas necesidades, sino que están «en manos de unos pocos», y por eso ha defendido una nueva política fiscal, más redistributiva.
Durante su participación en la mesa redonda, titulada «Retos de la democracia ante la actual crisis institucional y política», López ha hablado de la desafección de los ciudadanos hacia la política.
El problema es que en lugar de «dar respuestas, buscar soluciones, definir caminos de futuro y proponer proyectos comprensibles y compartidos que den sentido a los sacrificios», quien gobierna ahora sólo dice «esto es lo que hay y que es necesario tener paciencia», y los ciudadanos se alejan entonces de los políticos «enormemente».
Ha indicado que «parece» que el sistema democrático está en cuestión, pero la solución no es destruirlo, sino «mejorar su calidad», y eso pasa por «mayor libertad y mayor transparencia y participación ciudadana en las decisiones colectivas».
También ha hablado de Europa, «un sueño que se está convirtiendo en una pesadilla», ha enfatizado, porque las instituciones europeas han sido sustituidas por «una troika que impone su doctrina» y porque los servicios públicos están siendo «desmantelados y privatizados», al tiempo que la economía «se maneja sin límite ni control».
Ante ello, ha dicho que el PSOE debería liderar «un pacto norte-sur», al menos de partidos socialistas, para la adopción de políticas expansivas que permitan introducir recursos en el mercado y un cambio en el papel del Banco Central Europeo, para que éste preste dinero a países con dificultades.
Ha asegurado que para solucionar todas estas cuestiones, la sociedad necesita un PSOE «más permeable y más participativo» y para eso hay que «salir a la calle» porque «sólo se recuperará cercanía cuando se gane credibilidad».
Después de su intervención, Patxi López ha mantenido un coloquio con los jóvenes en el que no se ha permitido la presencia de los medios de comunicación