El PP aprueba en solitario una lista de 29 convocados a la comisión anticorrupción

El clima de consenso con el que ayer empezó a trabajar la comisión de investigación sobre las cajas de ahorros no se pudo trasladar a otro órgano temporal creado en el Parlamento, en este caso para analizar las causas de la corrupción en la política e impulsar medidas que contribuyan a atajarla. En la sesión de ayer se trataba de aprobar el plan de trabajo de la comisión anticorrupción, con la correspondiente petición de documentación y la lista de comparecencias. Y pese a que el PP accedió a incorporar al listado 15 peticiones de la oposición, al PSdeG, AGE y al BNG le resultaron especialmente llamativas las ausencias, empezando por la del propio Feijoo, por lo que optaron por desmarcarse, no sin antes acusar a los populares de aplicar un «dereito de veto» a determinadas cuestiones.

Tras la exposición de las posturas iniciales, donde tanto Yolanda Díaz (AGE) como Tereixa Paz (BNG) defendieron también ampliar el foco hacia las empresas que licitan con la Administración pública y que acaban involucradas en casos de corrupción, la presidenta de la comisión de estudio, la popular Marta Rodríguez Arias, suspendió la reunión durante 15 minutos en lo que fue el último intento para cerrar un acuerdo.

Pero tras el receso, el gesto severo de los portavoces ya anticipaba que el PP iba a aprobar el plan de trabajo en solitario, como acabó ocurriendo, que consistirá en solicitar siete informes sobre la materia y un total de 29 comparecencias del ámbito judicial, universitario, administrativo o de órganos de control externo.

Entre los convocados estarán el fiscal superior de Galicia, Carlos Varela, los portavoces de las asociaciones de magistratura, expertos constitucionalistas como Manuel Viloria, Roberto Blanco Valdés, Jesús Lizcano, así como representantes de los órganos fiscalizadores de las cuentas públicas o interventores de varias Administraciones.

Beiras habla de «parodia»

Pero los grupos de la oposición no quedaron satisfechos con la propuesta esgrimida por el PP. El portavoz de Alternativa, Xosé Manuel Beiras, ya previno horas antes de que se reuniese la comisión de que podría acabar convirtiéndose en una «parodia», advirtiendo que aunque en el ánimo de su grupo no está el de dar «ningunha espantada», si acaba siendo instrumentalizada por el PP «tomaremos a decisión de plantala». Si se diera el caso de que AGE y el BNG se ausentan la comisión, no podría continuar trabajando por falta de cuórum.

Pero en la reunión de ayer no se produjo plantón alguno, si bien los representantes de la oposición consumieron sus turnos de palabra para cuestionar el plan de trabajo aplicado por el PP. Al socialista Méndez Romeu le pareció «notoriamente insuficiente», pues entiende que se aplica la máxima de que la Cámara «non debe coñecer aquilo que non lle interesa ao grupo maioritario ou ao Goberno».

Más duras fueron todavía las palabras de la portavoz del BNG, Tereixa Paz, que habló de «secuestro» del Parlamento y de la determinación del PP para ponerle un «filtro» a todas las peticiones de la oposición. «Teñen medo e acaban de poñerlle unha mordaza ao Parlamento», remarcó por su parte Yolanda Díaz, quien se mostró «escandalizada» de que los populares nieguen la documentación solicitada por AGE, como todos los contratos suscritos por la Xunta que superen los 500.000 euros.

Desde el PP, José Alberto Pazos recriminó a la oposición el intento de convertir la comisión «nun circo» para arremeter contra los dirigentes populares. Y avisó de que para eso hay otras «oportunidades» en la Cámara. «Aquí queremos facer algo máis útil», afirmó.

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