Bárcenas prometió a su banco suizo sacar de España todo lo que pudiera

melchor saiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El Dresdner Bank suizo nunca mostró interés por saber la procedencia del dinero de Bárcenas
El Dresdner Bank suizo nunca mostró interés por saber la procedencia del dinero de Bárcenas b. ordóñez< / span>

Se jactaba de poder ingresar un millón de euros anuales por negocios de arte

06 may 2013 . Actualizado a las 15:01 h.

Sin medias tintas. Trato vip para un cliente que ya avisaba a su banco en Ginebra que no tenía el más mínimo escrúpulo para sacar de España hasta el último céntimo e ingresarlo en Suiza y que se jactaba de ser capaz de ingresarles un millón de euros al año si no le ponían demasiados problemas. Y así, con esa frialdad, lo reflejaron los responsables del Dresdner Bank en sus informes internos. Unos papeles que revelan que los banqueros se limitaban a ingresar el dinero que Luis Bárcenas metía a espuertas y en metálico en sus continuos viajes al país helvético y que, más allá de preguntas de compromiso, nunca intentaron siquiera comprobar las inverosímiles coartadas que el extesorero del PP esgrimía cada vez que aparecía con un fajo de billetes en el mostrador.

«Client brings off shore anything he can save» (el cliente trae de España todo lo que puede ahorrar). La reveladora frase la escribió el 22 de marzo del 2002 en el «reporte de visita» de Bárcenas al Dresdner de Ginebra que hizo un empleado de la sucursal, que firma A.M. Rodríguez, a sus superiores. Ese mismo día, el entonces gerente del PP había ingresado en cash 140.000 euros. Pero hubo pocas preguntas a un cliente que llegó a tener en esa misma sucursal a su nombre 22 millones de euros.

«Ese dinero en efectivo proviene de sus actividades inmobiliarias y negocios de construcción domésticos», apuntaba el gestor de Bárcenas, dando por buena la versión del propio interesado y sin pedir mayores explicaciones. Así no era extraño que el exsenador estuviera realmente contento de cómo lo trataban en Suiza. En realidad, jamás el Dresdner mostró especial celo en saber de dónde venía la fortuna. Desde que abriera la cuenta en Ginebra en la que terminó acumulando el grueso de su fortuna, el 29 de enero del 2001, al banco le pareció bien todo lo que le contaba Bárcenas. No había preguntas porque había mucho dinero en juego y, sobre todo, la promesa de que los millonarios ingresos regulares siguieran. En una nueva visita el 1 de noviembre del 2004 el por entonces ya senador, llegó incluso a pavonearse de la cantidad de dinero que podía seguir metiendo en el banco. «Opciones específicas para incrementar el patrimonio: puede incrementarlo en un millón de euros anuales mediantes negocios con objetos de arte».