El alcalde y presidente del PP de Castellón, Alfonso Bataller, aseguró ayer que no tiene intención de dimitir porque tiene el apoyo de su partido y porque el juez que instruye el caso Gürtel le ha llamado a declarar como imputado para garantizar así mejor su derecho de defensa, pero no le acusa de nada en concreto en relación con la adjudicación de contratos a Orange Market cuando ocupaba el cargo de subsecretario de la Consejería de Sanidad valenciana. Bataller ha sido citado a declarar ante el juez el 6 de junio en calidad de imputado. Ese día, dijo, «acudiremos al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana para esclarecer todos los hechos relacionados con un trámite administrativo en la gestión y celebración de los premios Salud y Sociedad de 2007». Mientras tanto, señaló, no tiene intención alguna de renunciar a ninguno de los cargos que ostenta ni en el partido ni el ayuntamiento ni en ninguna de las empresas municipales de Castellón.
Aunque el alcalde castellonense asegura disponer del apoyo de los dirigentes del Partido Popular, el vicepresidente del Gobierno valenciano, José Ciscar, aseguró que si Bataller fuera miembro del Ejecutivo autonómico «muy probablemente» habría sido destituido. Señaló también que los estatutos del PP prevén la apertura de un expediente informativo por parte de los órganos disciplinarios del partido, pero que «no tiene por qué implicar su dimisión o cese porque no está previsto en los estatutos» de la formación popular.