La imputación de la infanta Cristina, la guinda al «annus horribilis» del rey

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

El rey Juan Carlos vive el momento más delicado de la monarquía española desde su llegada al trono

03 abr 2013 . Actualizado a las 20:02 h.

La popularidad del rey Juan Carlos ha caído en picado en el último año, una caída que comenzaba hace exactamente doce meses tras su accidente en Botsuana durante una cacería de elefantes. Don Juan Carlos se rompía la cadera tras una caída accidental. La intervención quirúrgica a la que tuvo que ser sometido en Madrid tras el accidente supuso un punto y aparte en la imagen pública del monarca. Su «lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir» dio la vuelta al mundo, y supuso el inicio de su carrera cuesta abajo.

Su aventura africana no solo destapó sus actividades «lúdicas», sino que también supuso el inicio a todo tipo de especulaciones sobre su supuesto romance con la princesa Corinna. Aficionada a la caza mayor, la aristócrata alemana saltó a la opinión pública en un año en el que la pareja formada por doña Sofía y don Juan Carlos debería estar celebrando sus bodas de oro, conmemorando aquellas nupcias de 1962.

Empresaria, promotora de safaris y aficionada a la vela, la provocadora y rubia princesa, de 46 años, conoció al rey Juan Carlos en Barcelona en el 2006, en la gala de los premios Fundación Laureus. Fue esta Fundación la que relacionó a Corinna con los negocios de Iñaki Urdangarin y su imputación en el caso Nóos. En dos de los muchos correos que Diego Torres remitió al juez Castro, el rey resultaba implicado. En uno de ellos Urdangarin reclamaba a su suegro que hiciese «un par de gestiones» para conseguir la participación de personalidades y patrocinadores en el primer Valencia Summits, por el que Urdangarin y Torres se embolsaron más de un millón de euros de dinero público. En el segundo correo, el marido de la infanta Cristina informaba al monarca del envío de su currículum a la princesa Corinna. Dicho correo incluye la respuesta de la princesa alemana en el que explicaba que se ha reunido con uno de los dirigentes de la fundación Laureus para hacerle llegar el currículo de Urdangarin.

Tras el escándalo, Corinna decidió hacer un tour mediático para salir al paso de la maniobra con la que Diego Torres pretendía involucrarla en el caso Nóos. Declaró que «solo trataba de encontrarle un trabajo digno a Iñaki» y añadió que «trataba de ayudarle tal y como él me ayudó».

No fue solo Corinna se vio salpicada por el caso Nóos, sino que el cerco se estrechó en el círculo más próximo al rey. El juez Castro, titular del caso, imputaba también al secretario de las infantas, García Revenga y al abogado, asesor y amigo del rey, José Manuel Romero, Conde de Fontao.

A medida que pasaban las semanas y surgían las informaciones sobre supuestos contratos públicos a la «amiga del rey», así como la vivienda en la que residía en España conectada directamente en Zarzuela, la imagen del rey Juan Carlos iba decayendo. Fue en ese momento en el que se empezó a barajar la posibilidad de abdicación del monarca, hasta llegar a convertirse en un debate público. Tras la abdicación de la reina Beatriz de Holanda, que forma parte de la tradición del país, las especulaciones se intensificaron y se barajó la posibilidad de que en España pudiese ocurrir lo mismo. La presión fue tal que la Casa del Rey se vio obligada a desmentir los rumores. Veinticuatro horas antes de que Iñaki Urdangarin declarase, por primera vez, como imputado en el caso Nóos, la casa real publicaba un inusual comunicado en uno de los momento más difíciles para el rey desde su acceso al trono desde 1975.

Lo que es una evidencia es que la casa Real vive uno de los momentos más duros de toda su historia. La imagen de una familia desmembrada, certificada desde las escasas visitas recibidas por rey Juan Carlos de su familia durante sus últimos ingresos hospitalarios, sitúa a monarquía española en un punto de inflexión. Más si cabe tras la imputación histórica de un miembro de la realeza por un presunto delito de tráfico de influencias.