La presidenta del Parlamento catalán habla por primera vez de aplazar la consulta soberanista

L. R. Redacción / La Voz

ESPAÑA

La presidenta del Parlamento catalán, Núria de Gispert, con el director de la Oficina Antifraude, Daniel de Alfonso, en un acto reciente.
La presidenta del Parlamento catalán, Núria de Gispert, con el director de la Oficina Antifraude, Daniel de Alfonso, en un acto reciente. T. G. < / span>Efe< / span>

CiU la corrige y ERC descarta que el consenso con el PSC pueda supeditarse a que el Gobierno autorice el referendo

24 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Pese a ser una circunstancia que parecía amortizada, por advertida, la salida de la escena del secretario general de Convergència (CDC), Oriol Pujol, tras ser imputado por tráfico de influencias en el caso de las ITV, ha pillado a todos en la federación nacionalista CiU con el paso cambiado. De repente, el proceso soberanista, con la comprometida consulta en el 2014, que semejaba arrollador, imparable, se ha desinflado un tanto. Desaceleración en la que Unió (socio de CDC con Josep Antoni Duran i Lleida al frente) tiene su mirada puesta. Ayer la presidenta del Parlamento catalán, Núria de Gispert (UDC), puso voz a ese desiderátum al hablar por primera vez abiertamente de posponer la consulta de autodeterminación pactada por CiU y ERC en el programa de gobernabilidad: si el próximo año persiste la crisis con la fuerza actual, dijo, la convocatoria podría «esperar un poquito». Aunque horas después el secretario de organización de CDC, Josep Rull, la corrigió al asegurar que no observa causa excepcional alguna para retrasar la fecha acordada -la prioridad, advirtió, es «dar la voz al pueblo»-, lo cierto es que la insistencia que ha puesto últimamente el presidente de la Generalitat, Artur Mas, en ampliar el espectro de partidos que sustenta el Ejecutivo incorporando a PSC y ERC -a los republicanos de forma más efectiva a la del apoyo puntual- ya apuntaba en una dirección similar. De Gispert -como segunda autoridad institucional de Cataluña y dirigente de Unió- va además en la línea defendida por el líder democristiano Duran i Lleida, que siempre ha abogado por no comprometer tanto la posición de CiU con las exigencias de Esquerra y por tratar de buscar el respaldo del Gobierno central a la consulta, de forma que su convocatoria llegue en el marco de las máximas garantías de legalidad. En este sentido, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, avisó a CiU y PSC de que un consenso amplio no puede supeditarse a pedir «permiso» al Ejecutivo de Rajoy para la celebración de una consulta soberanista en Cataluña.