Una relación desequilibrada entre dos fuerzas políticas soberanas

G. B. MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

27 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El PSC es un partido «soberano y autónomo respecto al PSOE» y tiene «personalidad jurídica propia, finanzas independientes y mantiene una total autonomía de acción en el marco de la política catalana». Así se definen los socialistas catalanes en su página web. Desde ese punto de vista, lo sorprendente es que haya habido que esperar 35 años para que se produzca un conato de cisma entre el PSOE y el PSC. Lo ocurrido ayer es la consecuencia lógica de una relación muy mal definida entre ambas fuerzas, en la que el PSC tiene todos los derechos pero casi ninguna obligación. Mientras el PSC tiene por ejemplo presencia, voz y voto en la ejecutiva del PSOE, este no tiene ninguna presencia en los órganos de los socialistas catalanes. El sometimiento de los diputados del PSC a la disciplina de voto en el Congreso no procede de ningún acuerdo con el PSOE, sino que es el mismo que afecta a cualquier otro diputado socialista. Mientras el PSC desarrolló una política catalanista, pero nítidamente alejada del nacionalismo, y mucho más del soberanismo, no hubo especiales discrepancias. El giro hacia posiciones nacionalistas iniciado por Pasqual Maragall, que permitió al PSC llegar al Gobierno catalán rompiendo la hegemonía de CiU, comenzó a resquebrajar esa relación. Pero ese giro fue paradójicamente el que inició la ruina política del PSC, que se encuentra ahora preso y a merced del discurso independentista de CiU. Los socialistas catalanes han perdido su espacio y están aprisionados entre el PP catalán y los nacionalistas. Un laberinto del que pretenden salir marcando distancias con el PSOE y sumándose a la marea soberanista. Algo que, probablemente les hunda todavía más, porque entre el original nacionalista y la copia, los catalanes elegirán lo primero. Incluso CiU pierde terreno en favor de ERC. La crisis, que se veía venir, le estalla a Rubalcaba en el peor momento, con su liderazgo cuestionado tras ser arrollado por Rajoy en el debate de la nación. Algo que no pasó por alto Carme Chacón, que aprovecha la crisis para iniciar su campaña a la candidatura del PSOE en las generales del 2015.