La izquierda abertzale oficializó ayer su nueva marca legal con el congreso constituyente de Sortu, un partido que acoge a dirigentes de Herri Batasuna y Batasuna, y que aprobó en Pamplona sus principios políticos y organizativos y eligió a una dirección presidida por el alavés Hasier Arraiz. La secretaría general de la formación quedó vacante, ya que para este puesto se designó a Arnaldo Otegi, en la cárcel de Logroño, del que se leyó en el congreso una carta en la que invitó a valorar el partido como «un nuevo instrumento de lucha».
Además de Otegi y Arraiz, completan el consejo político 23 nombres, entre los que se cuentan conocidos cargos de la izquierda abertzale, como Idoia Aiastui, responsable de organización; Juan Joxe Petrikorena, de comunicación; Marisa Alejandro, de finanzas; y Maite Ubiria, secretaria del grupo de trabajo internacional.
En su primera alocución como presidente, Hasier Arraiz hizo un llamamiento a la unión de los nacionalistas vascos para salir del actual «marco autonómico agotado», y apostó por una «democratización de la economía mediante la acción política en el camino a un estado socialista vasco». El congreso aprobó las bases ideológicas de Sortu, que reflejan el giro estratégico del independentismo vasco por las vías pacíficas y políticas, tras el debate de los últimos años.