El rey suspende su agenda para someterse a una nueva operación

Paula de las Heras MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El monarca será intervenido de una hernia discal el próximo 3 de marzo

22 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Era más que previsible. Finalmente, el rey tendrá que volver al quirófano el próximo 3 de marzo, tan solo tres meses después de haber sido intervenido de la cadera izquierda y cuando aún trata de adaptarse a caminar con la prótesis que entonces le fue implantada. Es lo que han decidido los médicos, tras constatar la agudización de una antigua hernia discal durante su revisión anual, según Zarzuela. El paso por el «taller» -expresión que utilizó el monarca para referirse a su última operación de cadera- le obligará a suspender su viaje oficial a Marruecos, el primero que iba a emprender desde que fue dado de alta.

La intervención, que esta vez se llevará a cabo en la Clínica La Milagrosa de Madrid, dejará a don Juan Carlos fuera de juego en un momento delicado. No solo por la sacudida que está suponiendo para la imagen de la Corona el escándalo de corrupción protagonizado por Iñaki Urdangarin, sino porque por primera vez desde la reinstauración de la monarquía parlamentaria se ha planteado abiertamente la conveniencia de una abdicación desde un grupo político que, durante años, había supuesto un soporte clave para la estabilidad de la institución.

Aunque el PSOE haya dejado claro que no comparte la posición del líder de su filial catalana, Pere Navarro, e incluso haya mostrado su enfado por una declaraciones que el propio secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba considera fuera de lugar, el mero hecho de un dirigente socialista haya roto ese tabú tiene su significado. Máxime cuando el rey dejó claro en varias ocasiones, la última el pasado enero, que no tiene intención de ceder el testigo a su hijo Felipe.

En todo caso, y aunque desde la Casa Real se niegue una y otra vez que exista una estrategia para preparar la sucesión, la figura del príncipe de Asturias es ahora mucho más visible. En menos de doce meses, el rey ha tenido que ser hospitalizado tres veces; siete en dos años y medio. La última le obligó a estar diez días en el hospital y un mes más de baja. Se reincorporó oficialmente al trabajo el 6 de enero, para la Pascua Militar, pero lo hizo asistido por unas muletas de las que aún no se ha desprendido. Y, desde entonces, su agenda ha estado poco cargada.

Sin previsiones

Esta semana, de hecho, no tenía actos oficiales, al margen de las audiencias que Zarzuela no hace públicas. Don Felipe, sí. Y seguirá sustituyendo al jefe del Estado en distintas labores representativas.

En esta ocasión, la convalecencia debería ser más corta, según las características de la operación, pero en la Casa Real aseguran que los médicos no han querido hacer previsiones. El postergado viaje a Marruecos queda sin fecha, aunque en Zarzuela aseguran que se hará, más tarde o más temprano, por el interés de seguir estrechando lazos con la monarquía alauí.

La operación que se le practicará al rey pretende aliviar los dolores de espalda producidos por el desgaste del disco que separa las vértebras en la zona sacrolumbar y por el estrechamiento del canal raquídeo. El equipo médico lo dirigirá Manuel de la Torre Gutiérrez, un neurocirujano que ya trabajó por la Casa Real. ¿Será la última intervención? Está por ver. Oficialmente, el monarca está dispuesto a permanecer en el taller hasta poder retomar su actividad pública con garantías.