El juez sopesa llamar a declarar al asesor del Rey

Melchor Sáiz-Pardo MADRID

ESPAÑA

La investigación sospecha que el conde de Fontao pudo ayudar a crear la fundación con la que Urdangarin evadió fondos tras la desaparición del Instituto Nóos

01 feb 2013 . Actualizado a las 19:42 h.

Ni el juez José Castro ni la Fiscalía terminan de creerse la versión del asesor del rey, Manuel Romero Moreno, de que él se limitó a transmitir al Iñaki Urdangarin de la necesidad de que abandonara Nóos. Según fuentes judiciales, el magistrado y Anticorrupción sopesan ya seriamente citar (aun no se sabe si como imputado o como testigo) al conde de Fontao para que aclare si, como se infiere de los mails que Diego Torres ha enviado al juzgado, realmente ayudó a crear la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FDCIS), la institución para niños discapacitados usada para evadir capitales.

El conde de Fontao insistió esta semana que jamás ayudó a Urdangarin y que se limitó a «aconsejarle» que separara las actividades mercantiles de las filantrópicas. Sin embargo, la versión del juez es otra. Castro en el escrito de responsabilidad civil no llegó a asegurar que el abogado del Rey recomedara al duque parapetarse detrás de testaferros, pero anduvo cerca. Romero, «bajo la cobertura del principio de que Urdangarin podía hacer lo que quisiera pero siempre y cuando no figurara en un órgano de gobierno», le «instó» simplemente a «desvincularse del gobierno de la fundación». Y es el asesor del Rey el que, siempre según el magistrado, se encargó de dar «mayor credibilidad a la disolución de la Fundación», cuyo dinero terminó pasando a la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social, la institución de ayuda a los niños discapacitados que el yerno del Rey y el exprofesor de Esade supuestamente usaron para evadir capitales

Desde que en 2011 estallara el caso Urdagarin, Zarzuela siempre ha sostenido que fue la propia Casa Real la que en 2006 forzó a Iñaki Urdangarin a romper para siempre con el polémico instituto «sin ánimo de lucro» y con su hasta entonces socio, Diego Torres. Es más, que el propio asesor José Manuel Romero Moreno por orden de las más altas instancias de la Jefatura del Estado fue el encargado de supervisar en la primavera de 2006 que el duque no tuviera más negocios con el exprofesor de Esade y que no se aventurara en nuevas fundaciones con prácticas irregulares.

Sin embargo, la nueva remesa de emails entregados por Torres pusieron en entredicho esta versión. Esos documentos revelan que el conde de Fontao, lejos apartar a Urdangarin de esas malas prácticas, fue la persona que supervisó, ayudó y visó personalmente en 2006 y 2007 la transformación de Nóos en la FDCIS. Esta última se trata de la institución que se usó para evadir casi un millón de euros a paraísos fiscales a través de un complejo entramado societario que pasaba por Belice, Reino Unido, Panamá, Andorra y, finalmente, Luxemburgo.

Los cuatro mails

José Castro valora la citación del asesor y amigo del Rey tras estudiar detenidamente los cuatro emails de Torres que señalan directamente al conde. El primer correo comprometedor para el que es asesor externo de la Casa Real desde 1993 está fechado la noche del 14 de diciembre de 2006. Urdangarin, en teoría, hacía más de medio año que, por orden de Zarzuela había roto con Torres, pero nada más lejos de la realidad.

Ese día, el duque de Palma escribe a su todavía socio para darle cuenta de las novedades en la creación de FDCIS y como toda la operación tiene supuestamente el visto bueno del conde de Fontao, quien se está encargando de convertir la fundación Areté, la sucesora de Nóos, en FDCIS.

«Hoy he comunicado a JM Romero del arranque de la fundación, así como pedir su colaboración para hacer crecer este proyecto a nivel de mecenazgo como de asesor», explica Iñaki Urdangarin a Torres. «Asimismo le he dicho (a Romero Moreno) la importancia de que al fusionar las dos fundaciones podamos utilizar los fondos de la absorbida (el Instituto Noos) para invertirlos en la nueva», detalla. Siempre según la versión del yerno del Rey, el asesor personal del monarca «no ha puesto ningún impedimento (a usar los fondos de Nóos)». «Es más -confiesa Urdangarin- cree que está claro desde el principio que eso va a ser así».

Luego, el duque del Rey revela a Torres que el conde de Fontao supuestamente se está implicando directamente en la puesta en marcha burocrática de FDCIS. «Pide (Romero Moreno) si es posible el documento de la firma notarial para poder hablar con el protectorado de fundaciones para cerrar el temas de la absorción. Hoy mismo le ha llamado (al conde) la persona en cuestión para saber cómo estaba el temas. No sé si es posible pero lo pide para poder operar».

En un segundo mail, el 25 de febrero de 2007, el duque pregunta al conde de Fontao «qué tal van los temas del registro (de FDCIS». La respuesta del asesor del Rey, al día siguiente, revela que el conde está al tanto de todo y participando activamente en la sucesión de instituciones: «Tengo la buena noticia de que se inscribió (FDCIS) el 14 de febrero y que en la mañana de hoy ha salido la comunicación al presidente de la fundación».

Es más, el hombre de confianza del Rey da instrucciones: «Ya se puede disolver Areté y ceder su nombre y su capital a la nueva». Romero incluso habla en primera persona del plural cuando se refiere a FDCIS: «Firmamos el acta correspondiente» de constitución de la nueva fundación.

Hay un cuarto correo electrónico igualmente delicado para el asesor de don Juan Carlos. Este tiene fecha del 12 de junio de 2007 y en él la secretaria de Urdangarin, Julita Cuquerella, comenta con Mario Sorribas, apoderado de la empresa de la infanta Cristina y el duque, los detalles de una reunión en Madrid en la que van a participar el asesor del Rey, Urdangarin y Diego Torres, con el que supuestamente el duque tenía que haber roto un año antes por orden del propio conde de Fontao.