En lugar de intentar resolver los problemas de Galicia y de los gallegos, estos políticos se han enzarzado en un seudodebate sobre qué es la democracia, cosa que deberían tener ya bastante clara... Sí, no es un gesto democrático restringir el acceso del público al Parlamento, en una especie de ataque preventivo ante posibles incidentes. Si se aplicara a la aeronáutica, los aviones volarían vacíos, solo por si a alguien se le ocurriera emular a Mohamed Atta. La presidenta del Parlamento debe, pues, rectificar, y ordenar sanciones solo para quienes infrinjan la ley, no para quienes tengan pinta de infringirla. Pero tampoco es democrático tratar de convertir la Cámara en un manifestódromo, como pretenden algunos grupos -ayer, el espectáculo fue bochornoso-, jugando así con peligrosísima frivolidad, y demagogia, con algo tan serio como la voluntad popular, expresada en las urnas.