Condenado por narcotráfico un directivo del quebrado aeropuerto de Ciudad Real

julio á. fariñas REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Es integrante de una sofisticada organización internacional de traficantes de cocaína, a la que en las Navidades del 2009 le fue confiscado un alijo de dos toneladas

30 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Ricardo González Placer, exdirector de desarrollo de la terminal de carga del aeropuerto Don Quijote de Ciudad Real, el primero privado de España, hoy quebrado y cerrado, ha sido condenado por la Audiencia Nacional a diez años de prisión y dos multas de cien millones de euros como integrante de una sofisticada organización internacional de traficantes de cocaína, a la que en las Navidades del 2009 le fue confiscado un alijo de dos toneladas camuflado en un cargamento de flores procedente de Colombia.

La misma sentencia condena a penas que van desde los seis a los once años de cárcel a otros seis integrantes de la misma organización criminal. El octavo procesado -el administrador único de la empresa utilizada como intermediaria en la importación de las flores- es el único absuelto, al considerar el tribunal que fue utilizado por la organización sin tener conocimiento de que en medio de las flores venía coca.

El alijo de dos toneladas de cocaína -el primero de esas dimensiones interceptado hasta esa fecha en un aeropuerto europeo- llegó el 23 de diciembre a una terminal del aeropuerto de Foronda (Vitoria), en un vuelo procedente de Bogotá, en un contenedor cuyo manifiesto de carga eran 43.038 kilos de flores frescas cortadas y distribuidas en 23.313 bultos que ocultaban la droga en los travesaños interiores del armazón madera de los palés.

La organización, liderada por el colombiano José Raúl Jiménez Villamil, había contactado con González Placer, entonces director de expansión de la terminal de carga del aeropuerto de Ciudad Real y encargado de la captación de clientes, en una feria de muestras y se había interesado en montar en el aeródromo manchego una sucursal de la terminal de productos perecederos que ya tenía en la de el Dorado (Bogotá).

Problemas burocráticos llevaron a los narco a trasladar su proyecto al aeropuerto de Foronda de cuya terminal de carga había sido director González Placer, convirtiéndola en la tercera de España en tráfico de mercancías. Cuando apareció la droga fue detenido en un restaurante de las inmediaciones con más de 10.000 euros encima, entregados por el piloto.

Codiciado por clanes de la coca

El aeropuerto manchego está en concurso de acreedores desde junio del 2010 y lleva cerrado desde mayo del pasado año. Con 640 millones de euros de pérdidas, necesitaba una inyección de dinero con la que paliar la ruina que había supuesto el faraónico proyecto para las arcas de empresarios de la zona y de la Junta de Castilla-La Mancha. Jiménez Villamil no fue el único narco que le echó el ojo. El grupo mafioso liderado por Laurentino Sánchez, el capo de la noche madrileña, también lo pretendió. Su proyecto era un vuelo semanal Perú-Ciudad Real con un DC-8 cargado con entre dos y tres toneladas de cocaína.