En ese país sudamericano, el eximputado, al que se le supone un patrimonio superior a los 50 millones de euros, se ha convertido en uno de los mayores empresarios agrícolas del Cono Sur.
Sanchís posee una finca de 270 kilómetros cuadrados, una superficie equivalente a la mitad del término municipal de Madrid, en la provincia de Salta llamada La Moraleja, dedicada a la explotación oleaginosas, hortalizas y, sobre todo, cítricos, con acuerdos preferenciales para la venta de fruta con una multinacional de fabricación de refrescos.
La documentación remitida por Suiza ya no deja lugar a dudas. El propio Bárcenas admitió ante los bancos helvéticos ser uno de los propietarios o accionistas de La Moraleja y justificó la retirada de capital para invertir en «empresas de producción citrícola» de Argentina y en la adquisición de «maderas preciosas» en Brasil. El propio imputado del caso Gürtel admitió que esas empresas eran «de su amigo Ángel Sanchís». De hecho, La Moraleja usa la exportadora Brixco, una sociedad a la que Bárcenas transfirió un millón de euros a una cuenta del HSBC en Nueva York cuando empezó a vaciar en primavera de 2009 las cuentas suizas.
Uno de los letrados de Bárcenas, Alfonso Trallero, el que reveló que su cliente habría regularizado parte de su dinero en Suiza, explicó que buena parte de los 22 millones descubiertos en realidad no pertenecen a Bárcenas «sino a sus socios, que son empresarios sudamericanos».
50 millones de dólares
A la Udef no ha pasado desapercibido un dato que puede explicar dónde ha acabado al final la mayoría de la fortuna oculta de Bárcenas.
En mayo del 2011, a la vez que el extesorero del PP creaba su empresa agrícola-ganadera Conosur Land, Sanchís, como presidente de 'La Moraleja S.A.' comunicó al Ministerio de Desarrollo Económico de Salta que la empresa iba a invertir en la próxima década cerca de 50 millones de dólares, fundamentalmente en la construcción de una nueva represa y un sistema de riego para duplicar de 2.000 a 4.000 las hectáreas de plantaciones de cítricos en la finca.
«El dinero de Bárcenas no hay que buscarlo ya en Suiza. está en los limones», ironizan en la Policía Judicial, sabedores que va a ser muy difícil transformar esa pulpa en dinero para las arcas de Hacienda.