El presidente del Congreso considera «pequeñeces» los gastos y viajes de diputados

R.G. COLPISA

ESPAÑA

Jesús Posada pide que lo que hay que valorar es el trabajo que hacen de forma «global»

27 dic 2012 . Actualizado a las 04:11 h.

El presidente del Congreso de los Diputados reclamó a los ciudadanos que no juzguen a los diputados por «pequeñeces» como el dinero que cuestan los viajes o los gastos que hacen en el ejercicio de su cargo. Hay que valorar su labor, añadió, de forma «global», si las leyes que aprueban son «buenas» o son capaces de llegar a consensos en asuntos importantes.

Jesús Posada, diputado del PP por Soria, señaló que lo importante es que «las cosas se hagan bien» en vez de discutir si los parlamentarios «gastan más o menos». Recordó que los sueldos de los diputados llevan congelados desde el 2007 y ahora cobran entre el 12 y el 15% menos que hace cinco años. «Pero eso no se tiene en cuenta», se quejó en una entrevista radiofónica. Un miembro del Congreso ingresa al mes 2.813,87 euros en concepto de asignación constitucional más 1.823,86 si es de fuera de Madrid para sufragar sus gastos en la capital, y 870,56 si fue elegido por la circunscripción de Madrid. Esto lo cobran todos los parlamentarios. Luego pueden incrementar sus ingresos si son miembros de la Mesa de la cámara, o bien presidentes, vicepresidentes, secretarios o portavoces de una comisión.

Posada también justificó que no se detalle el coste de los viajes internacionales de los diputados porque el dato relevante es si esa actividad es «útil» para el Parlamento. Además, subrayó, ya se detalla en la página web del Congreso el número y nombre de los diputados que viajan y el motivo del desplazamiento. Por cada viaje al extranjero, los parlamentarios cobran 150 euros de dieta, pero si es dentro de España se queda en 120.

El presidente del Congreso cree que hay una idea equivocada del concepto de transparencia en la vida pública porque no hay que «contar todo» para que los ciudadanos restablezcan su confianza en los políticos. Ese sería, a juicio de Posada, un «mal enfoque» porque «la transparencia no