En ese contexto, ha destacado la necesidad de una política «que sabe renunciar a una porción de lo suyo para ganar algo mayor y mejor para todos», que «busca el entendimiento y el acuerdo para encauzar y resolver los grandes y fundamentales desafíos colectivos» y que «es capaz de sacrificar la satisfacción del corto plazo, a menudo efímero, para ensanchar el horizonte de sus ambiciones».
«Esa fue la política grande que supo inaugurar una nueva y brillante etapa integradora en nuestra historia reciente y es la única que tiene la capacidad de reafirmar la confianza en nuestra gran nación, abrir nuevas puertas a la esperanza y materializar ese anhelo de superación que está reclamando nuestra sociedad», ha insistido el jefe del Estado.
Para conseguir este objetivo, es preciso promover entre los ciudadanos «el respeto mutuo y la lealtad recíproca», ha recalcado el rey, antes de añadir: «Son valores que hace más de tres décadas contribuyeron a poner en pie un nuevo marco de convivencia, el reconocimiento de nuestra pluralidad y el amparo de las diferentes lenguas, culturas e instituciones de España».
«Es hora de que todos miremos hacia adelante y hagamos lo posible por cerrar las heridas abiertas», continúa don Juan Carlos esta reflexión, antes de concluir: «Será nuevamente un éxito de todos, ciudadanos e instituciones, basado en el respeto a las leyes y a los cauces democráticos».