Uno de los organizadores del evento, César Terradas, ha asegurado que en todo momento ha primado la seguridad de las personas que estaban dentro del recinto y que cuando han visto que se llegaba al aforo han cerrado el acceso y solo dejaban entrar en función de la gente que salía. «Preveíamos una rotación más alta y que no todo el mundo viniera a la misma hora, no ha dado tiempo a que rotara», se excusó.
Sin embargo, Anabel López, otra de las coorganizadoras, informó de que se habían vendido casi 8.000 entradas anticipadamente, a cinco euros cada una.