La presidenta brasileña critica el empecinamiento en las políticas de austeridad

La Voz

ESPAÑA

18 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Pese a que la recesión ha tocado de refilón a América Latina, los mandatarios sudamericanos expresaron su temor a que la indecisión de Europa a la hora de atajar la crisis de deuda acabe por afectarles también a ellos. El miedo no es infundado. La Unión Europea en general, y España en particular, son junto a junto a EE. UU. los principales inversores en el continente.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aprovechó el turno de palabra ante sus homólogos iberoamericanos para realizar una encendida crítica a las políticas de recorte de gasto de las que ha hecho bandera la UE.

Hubo momentos, incluso, en los que pareció que la mandataria de la primera potencia iberoamericana abroncaba a los gobernantes español y portugués, y, por extensión, al resto de europeos que siguen a rajatabla los dictados económicos de Berlín. En su defensa de los estímulos para incentivar el crecimiento, Rousseff alertó de cómo la aplicación de políticas de austeridad sometió en el pasado a su país a «enormes sacrificios». «Sabemos que los impactos de la crisis son diferentes entre los países, y que las respuestas también tienen sus diferencias, y que producen consecuencias diferenciadas; el equívoco es pensar que la consolidación fiscal colectiva, simultánea y acelerada sea benéfica y resulte en una solución efectiva», dijo la presidenta brasileña.

También se mostró preocupado por la situación económica de la Península Ibérica el presidente ecuatoriano, Rafael Correa. Según manifestó, «la crisis en la que está sumido el mundo occidental y que afecta con especial crudeza al sur de Europa ha puesto en evidencia que la receta neoliberal de siempre no ofrece una salida».

Renovación

Los jefes de Estado y de Gobierno acordaron la elección del expresidente chileno Ricardo Lagos para encabezar la comisión que deberá analizar la reforma del actual mecanismo de cumbres, que ya se ha decidido que pasen a ser bianuales a partir de, 2013. Con respecto a la utilidad de estas citas, destacaron las palabras del ministro cubano Bruno Rodríguez, quien recalcó que «las cumbres anuales no parecen ser ya necesarias, como tampoco muestran serlo las múltiples y frecuentes reuniones sectoriales».