Detienen en Irún al etarra Pérez Aramburu, reclamado por Francia

efe

ESPAÑA

Se encontraba en paradero desconocido desde 1995 y con una orden de detención desde el 2005. Tiene pendiente una condena de tres años

19 oct 2012 . Actualizado a las 13:50 h.

La Policía Nacional ha detenido esta mañana, sobre las 09:05 horas, al miembro de ETA Jon Iñaki Pérez Aramburu en la localidad de Irún (Guipúzcoa), ha informado el Ministerio del Interior.

Pérez Aramburu se encontraba en paradero desconocido desde 1995. Según Interior, Aramburu tiene una orden de detención dictada en octubre del 2005 emitida por Francia por pertenencia a ETA y tiene pendiente una condena de tres años de prisión.

El detenido (San Sebastián 1964) huyó de su domicilio tras participar en 1995, junto con otros miembros de la organización, en el lanzamiento de varios cócteles molotov contra una patrulla de la Ertzaintza en la localidad de Rentería (Guipúzcoa), lo que provocó que el conductor perdiera el control del vehículo y atropellara a dos viandantes. Los cinco ocupantes de la patrulla resultaron heridos, uno de ellos de extrema gravedad. Por estos hechos fue juzgado en noviembre de 1999 por el Tribunal Correccional de París en un macroproceso contra veinticinco presuntos activistas y colaboradores de ETA, entre ellos José Javier Arizcuren Ruiz, «Kantauri», y Julián Achurra Egurola, «Pototo», supuestos dirigentes de la banda terrorista.

El 23 de febrero de 2000 este tribunal francés condenó en rebeldía a Pérez Aramburu a tres años de cárcel por el delito de pertenencia a banda armada y prohibición de permanecer en territorio francés durante otros diez años.

Un año después fue incluido en una lista elaborada por la Unión Europea donde se recogían los datos de los terroristas más buscados en el ámbito internacional y en 2002 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos añadió sus datos en una lista sobre individuos, cuyos activos debían ser congelados en ese país.

Según informa el Ministerio del Interior en un comunicado la detención del etarra supone «un hito» en la colaboración entre España y Francia en la lucha contra ETA, ya que es en la primera ocasión que un miembro de la banda es detenido en España para ser entregado a las autoridades judiciales galas por delitos cometidos en su territorio.