Elecciones vascas 2012: La crisis y el debate soberanista centrarán una cita decisiva

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

La probable victoria del PNV puede crear aún más problemas a Rajoy

08 oct 2012 . Actualizado a las 19:13 h.

La crisis económica y el debate soberanista centrarán la campaña de las primeras elecciones vascas que se celebran sin la amenaza directa de ETA. Cataluña estará muy presente, después de que Artur Mas reivindicara un Estado propio y declarara que está dispuesto a convocar un referendo, aunque sea ilegal.

Las encuestas prevén un triunfo del PNV, seguido de cerca por EH Bildu, la formación donde se integra la izquierda abertzale. Su irrupción, después de tres años y medio de ostracismo, cambiará completamente el mapa político que se plasmará en los 75 escaños de la Cámara de Vitoria. Si se cumplen estos pronósticos, al desafío soberanista catalán se podría unir el vasco, lo que crearía más problemas a Mariano Rajoy.

Íñigo Urkullu se presenta con un discurso soberanista, con el horizonte puesto en un nuevo estatus político para el País Vasco en el 2015, pero a la vez acentuando un perfil moderado y pragmático, con el objetivo de recuperar el poder que el partido ostentó durante 30 años. No hay que olvidar que su comunidad se beneficia de un concierto económico similar al pacto fiscal que reivindicaba Mas.

Pactos poselectorales

Por su parte, Patxi López tratará de hacer valer su gestión, pero, si se cumplen los pronósticos, se tendrá que contentar con pactar con el PNV para evitar que forme un frente soberanista con EH Bildu. Las urnas podrían pasarle factura por gobernar con el apoyo del PP una comunidad en la que, si se hace caso de las encuestas, existe una mayoría nacionalista.

El PP está dispuesto a jugar a fondo la baza de ser la única opción con fuerza suficiente para impedir una marea soberanista el 21-O. Pero tiene un techo que no parece que vaya a superar en esta ocasión y, aunque su líder, Antonio Basagoiti, representa el ala más abierta del PP, tendrá que lidiar con los ajustes de Mariano Rajoy.

Dado que ninguna formación obtendrá mayoría absoluta, será decisivo lo que pase después del 21-O. Un pacto PNV-Bildu, poco probable, provocaría un terremoto político en España.