La Generalitat amenaza con proclamar la independencia desde el Parlamento catalán

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

22 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La Generalitat aprieta en su pulso. Apenas 24 horas después de que que Artur Mas abandonara el palacio de la Moncloa con un rechazo inequívoco a su propuesta de pacto fiscal, el portavoz de su Ejecutivo, Francesc Homs, se atrevió a pintar escenarios futuros y dejó en el aire la amenaza de un adelanto electoral, que ya se da por seguro, y de la posterior proclamación de un Estado de Cataluña por parte del Parlamento autonómico.

El Gobierno respondió ayer con el anuncio de la reforma del sistema de financiación autonómica. Pero Artur Mas ya dejó claro que cualquier solución que signifique seguir dentro del régimen común y no contar con una hacienda propia no es discutible. El cariz que está tomando en Cataluña el debate, además, deja la propuesta del Ejecutivo en calderilla. Mas afirmó el jueves que abriría una reflexión tranquila y que esperaría al debate de política general que el Parlamento catalán celebra entre el martes y el jueves que viene para tomar una decisión.

«El camino está claro, esto no tiene retorno», dijo Homs en una entrevista en la radio catalana RAC1. ¿Habrá referendo de autodeterminación en los próximos cuatro años?, le plantearon «Es una posibilidad», replicó, dejando la puerta abierta a una segunda vía independentista, a través del Parlamento catalán. «¿Una declaración de Estado propio?», le preguntaron. «Por ejemplo», remató. El tono fue parco y deliberadamente ambiguo, pero, al fin y al cabo, en sintonía con la afirmación de Mas de que Cataluña ha emprendido una etapa nueva y «todo es posible».

Lo que está por ver es si las opciones que propuso Homs ligan con la declaración del presidente catalán de que en ningún caso Cataluña optaría por el camino de la ruptura o si son más propias del clima preelectoral que vive Cataluña. Dejarse llevar por el clamor popular de la Diada es fácil y de aquí a las elecciones se producirá una escalada dialéctica entre las formaciones soberanistas, que buscarán capitalizar el aumento del sentimiento independentista.

CiU, que está engrasando la maquinaria electoral, aún no ha decidido si concurrirá con un programa abiertamente soberanista, lo que podría abrir un frente de conflicto entre una parte de Unió y Convergència.