Huelgas de hambre, encierros o marchas a pie son algunas de las formas de protesta de algunos dirigentes
12 ago 2012 . Actualizado a las 14:50 h.La controvertida actuación del alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, comandando el asalto a un supermercado para «dar comida a los necesitados» ha protagonizado la actualidad durante esta semana. Pero no es la primera, ni seguramente será la última vez que algún político baje a la arena y defienda sus reivindicaciones, más o menos cuestionables, como un ciudadano más. Y es que realmente, por encima de su cargo y aunque algunos no se den cuenta, también son uno más.
Hay actualmente, de hecho, otros dirigentes que defienden los intereses de sus vecinos incluso perjudicando a su propia salud. El alcalde de Alburquerque (Badajoz), Ángel Vadillo (PSOE) cumplió ayer 60 días en huelga de hambre para protestar contra la supresión de las ayudas a las energías renovables. Ha perdido ya 20 kilos. En el municipio había en marcha cinco proyectos que generarían casi 1.000 puestos de trabajo y que, actualmente, están en el aire con el decreto del gobierno. Antes de su huelga de hambre, ya había realizado una marcha a pie de 600 kilómetros hasta Madrid. Mantiene un blog activo para explicar los motivos de su iniciativa, y desde su cuenta de Twitter ha recibido múltiples apoyos de ciudadanos de todo el país.
Otro conflicto reciente, el de los mineros del carbón, también ha provocado que los alcaldes y concejales de diez concejos de la cuenca asturiana y leonesa hayan dado un paso al frente. A principios de julio, se encerraron durante una semana en los ayuntamientos para solidarizarse con los mineros perjudicados por la retirada de las ayudas. Representantes de PSOE, IU, PP, Foro Asturias y Bloque por Asturies, participaron en las protestas, desarrolladas en las casas consistoriales de Lena, Mieres, Laviana, Aller, Langreo, Caso, Sobrescobio, San Martín del Rey Aurelio, Riosa y Morcín.
Un alcalde del PP contra los recortes
Algunos no dudan en jugarse su permanencia en el partido que los respalda. Mario de la Fuente (PP), regidor de Robledo de Chavela (Madrid), decidió encabezar una marcha contra los recortes a los funcionarios que le costó un expediente de Génova. «Es indigno recortarle el sueldo a los más débiles», protestó De la Fuente.
Los hay más mediáticos, como el alcalde de Jun (Granada), José Antonio Rodríguez Salas (PSOE), que cuenta con más de 136.000 seguidores en Twitter. Es un defensor acérrimo de las nuevas tecnologías (afirma que el acceso a Internet es «un derecho universal») y transmite toda la actualidad municipal a través de su web. Pero también se moja en las reivindicaciones. En mayo grabó una versión de Resistiré, de El Dúo Dinámico, en la que protesta contra los recortes del gobierno de Rajoy.
Pero sin duda, la palma se la lleva Sánchez Gordillo. La toma del supermercado es la última acción de una dilatada trayectoria de reivindicaciones con trasfondo comunista, aunque luego viaje a Venezuela en primera clase con un billete de 6.000 euros y se aloje en el Hilton. Ha ocupado varias veces fincas de la duquesa de Alba para defender a los jornaleros y respalda continuas marchas del Sindicato Andaluz de Trabajadores para reclamar reformas agrarias
Son políticos que se salen del guión, no se sabe si por populismo o por verdadera convicción.