El PSOE denuncia a Posada por «trato vejatorio» policial a las mujeres del carbón

EFE

ESPAÑA

Los socialistas afirman que fueron obligadas a despojarse de ropa y calzado antes de acceder al hemiciclo

18 jul 2012 . Actualizado a las 23:40 h.

El PSOE ha protestado ante el presidente del Congreso, Jesús Posada, por el «trato vejatorio» que la Policía ha dispensado a las esposas de mineros que hoy han acudido al pleno del Congreso y que según los socialistas fueron obligadas a despojarse de ropa y calzado antes de acceder al hemiciclo.

La secretaria adjunta del grupo socialista, María Luisa Carcedo, ha dirigido una carta a Posada en la cual relata cómo estas mujeres fueron sometidas por la Policía a «controles personales claramente desproporcionados y, en algunos casos, de carácter vejatorio».

Frente a estas acusaciones, fuentes oficiales de la Cámara Baja han negado tajantemente a EFE que haya existido trato vejatorio alguno con estas mujeres y han recordado que las medidas de seguridad que se les aplicaron fueron las mismas que a todas las personas que durante la jornada han seguido la sesión desde la tribuna.

La responsable socialista sostiene en su misiva que las esposas de mineros fueron despojadas de su calzado y prendas de vestir, incluso de sus pantalones, «exceptuando únicamente la ropa interior».

También hace hincapié en que las elevadas temperaturas hacen que el atuendo no facilite la introducción de instrumentos peligrosos ni de «medios que pudieran utilizarse para alterar el orden».

Por todo ello, el grupo socialista eleva su protesta a Posada y le pide que adopte las medidas oportunas para evitar que episodios como el de hoy vuelvan a repetirse.

Las «mujeres del carbón» acudieron al Congreso invitadas por el grupo socialista para seguir la discusión de una moción del PSOE sobre la crisis en la minería y fueron desalojadas de la tribuna por gritar cuando concluía el debate.

Las fuentes oficiales del Congreso han remarcado que las invitadas estuvieron acompañadas por diputados a su entrada y su salida del Palacio de las Cortes sin que los parlamentarios hicieran llegar queja alguna por el «trato vejatorio» ahora denunciado.