Patxi López descarta elecciones inmediatas en el País Vasco pese a la ruptura con el PP

david guadilla VITORIA / COLPISA

ESPAÑA

Adrián Ruiz de Hierro / Efe

Basagoiti exige un adelanto, pero está dispuesto a pactar un «final ordenado»

09 may 2012 . Actualizado a las 10:58 h.

No habrá adelanto electoral en el País Vasco, al menos de momento. Acompañado de sus diez consejeros y visiblemente relajado, Patxi López evidenció ayer que la ruptura del pacto con el PP anunciada un día antes y reiterada ayer por Antonio Basagoiti no altera demasiado sus planes para lo que resta de legislatura. De hecho, el lendakari dio la sensación de sentirse liberado durante una comparecencia para analizar sus tres años al frente del Gobierno, pero que, sobre todo, le sirvió para lanzar el mensaje de que no arroja la toalla. Envuelto en las banderas de autogobierno y progresismo, el líder del PSE no ahorró críticas hacia el que hasta el lunes había sido su socio. «Si el PP prefiere defender a capa y espada los recortes de Rajoy en lugar de los intereses de la ciudadanía vasca es evidente que nosotros no lo vamos a seguir, ni de lejos»», afirmó un López que, en todo caso, evitó aclarar si piensa agotar su mandato.

El guion elaborado por el Ejecutivo vasco sigue intacto: apurar la legislatura y convocar elecciones en febrero. Otra cosa es que lo pueda hacer con solo un tercio de los parlamentarios, una presión ambiental que irá en aumento, y el desgaste que le puede suponer abrir en otoño una negociación presupuestaria sin un aliado fiel. En realidad, casi todas las opciones están abiertas. Insinuó que piensa en acabar la legislatura, pero evitó confirmarlo. Sí dijo que no quería entrar en «cálculos partidistas», que necesita «tiempo» para cumplir todos sus objetivos y sus «proyectos de país», así como sacar adelante nuevas leyes que están en tramitación, que su «Gobierno va a seguir» y que «siempre actuará en función de los intereses del país».

Por su parte, Basagoiti cerró ayer cualquier posibilidad de reconducir la situación y volvió a abogar por adelantar las elecciones «cuanto antes». Sin embargo, se mostró dispuesto a pactar un «final ordenado».