Rajoy asume que sus reformas desencadenarán «una primavera caliente»

a. m. madrid / colpisa

ESPAÑA

27 abr 2012 . Actualizado a las 06:58 h.

Mariano Rajoy asume que profesores, médicos, personal sanitario, alumnos y otros colectivos ciudadanos tomarán las calles en los próximos meses para protestar por sus medidas de ajuste. «Una primavera caliente» que, de momento, no le asusta. El Gobierno seguirá con su agenda reformista sin pensar en los pasos de los sindicatos. «Si lo hiciéramos no seríamos dignos servidores de nuestro país», explicó Rajoy tras recibir en la Moncloa a Anders Fogh Rasmussen, secretario general de la OTAN. Una posible convulsión social que incluso justifica en cierta medida ante la imposibilidad de que las medidas activadas den resultados a corto plazo.

Rajoy apeló así al patriotismo para afrontar unas carencias de las que culpó, una vez más, a Zapatero. Es el momento, proclamó, de la política con mayúsculas y no de rencillas palaciegas. Al hilo de esto, Rajoy envió un claro mensaje a CiU, que esta semana votó en contra de los Presupuestos del Estado, sobre la necesidad de «hacer cosas grandes juntos» en bien del interés general. «Cuando hablo de interés general -recalcó- hablo del interés de España, de Cataluña y de todos los españoles».

En este sentido, preguntado por la posibilidad de intervenir comunidades, señaló: «No voy a entrar en discusiones ni en líos que ni me interesan ni quiero». Lo que sí hizo Rajoy fue mostrar su convencimiento de que todas las autonomías van a colaborar para alcanzar el compromiso de situar el déficit en un 3 % a finales del 2013.