Un águila ataca a una senderista en Benalmádena para llevarse a su perra

Efe

ESPAÑA

El incidente se saldó con heridas leves en la mano de la mujer y en el hocico de uno de los perros

24 abr 2012 . Actualizado a las 18:00 h.

Una mujer británica que paseaba junto a sus dos perras por una ruta de senderismo en Benalmádena (Málaga) ha sufrido el ataque de un águila que pretendía llevarse a uno de los dos canes, al que arrastró hacia una cantera, aunque su propietaria logró que lo soltara a costa de recibir un picotazo en una mano.

El repentino ataque del ave rapaz, que se produjo sobre las 15:15 horas del pasado sábado, obligó a la mujer, Suzanne Dodd, de 43 años, a huir de la zona, ya que el águila tenía una correa y campanas y «no parecía temer a las personas», según ha manifestado hoy a Efe la propia afectada. El águila se colocó encima de una de sus perras, de la raza Jack Russell Terrier, y comenzó a arrastrarla de la cabeza con la intención de llevársela hacia una cantera, pero su dueña se armó de valor y evitó que lo hiciera como pudo.

«No vas a volar con mi perro», se decía a sí misma la senderista británica

La mujer cogió al ave de un ala y dio una patada para que se alejase, mientras se decía a sí misma: «No vas a volar con mi perro», ha manifestado. Tras el ataque, Dodd ató a sus perras para marcharse rápidamente del lugar, pero mientras corría montaña abajo el ave volvió y la acosó una veintena de veces, a lo que ella respondió con gritos para ahuyentarlo, lo que finalmente consiguió.

Gracias a la decidida intervención de su dueña, la perra sufrió tan sólo una pequeña herida en el hocico, mientras que Dodd acudió a un centro hospitalario, donde le pusieron la vacuna antitetánica y le curaron una herida de carácter leve en la mano izquierda, causada por una «mordedura-arañazo» de animal, según figura en el parte médico.

La afectada, que ha calificado el ataque de «surrealista y horrible», ha reconocido que sufrió «pánico» y se llevó un «disgusto muy grande». Por ello, ha denunciado lo ocurrido ante la Policía Nacional para prevenir hechos similares en senderos públicos porque constituyen «un peligro».