Pocos militantes de Foro Asturias se creen las encuestas. Los sondeos terminaron siendo un estrepitoso fracaso en mayo del 2011 a la hora de valorar el éxito electoral de una fuerza que se presentaba por primera vez a unas elecciones. En la sede de Foro en un hotel de Oviedo, el objetivo y el deseo de los miembros del partido de Francisco Álvarez-Cascos era revalidar la victoria del año pasado. Pero si esto no es posible -el escrutinio inicial ya adelantaba la tendencia de que el PSOE ganaría las elecciones-, se conforman con superar al PP en votos y escaños. De esta forma, tendrían legitimidad para marcar la pauta de las negociaciones poselectorales y situar de nuevo a Cascos como presidente del Principado si hay mayoría del centroderecha. Cuando se alcanzó el diputado número 13, la sala saltó con un grito de entusiasmo colectivo.
Cristina Coto, segunda en la lista de la circunscripción central, incidía en que la alta abstención habría perjudicado más «a los partidos que no hicieron campaña», en referencia a los partidos estatales. En cualquier caso, destacaban que la participación había sido más alta que en Andalucía y que, por tanto, el supuesto efecto hastío de la convocatoria adelantada no habría tenido incidencia. Los asesores atribuyen el descenso en la participación a la falta del efecto movilizador de las municipales.
Juan Ramón Campo, candidato por la circunscripción occidental, llegaba de visitar las mesas más importantes de la zona, para dar ánimo a los interventores de Foro. Está nervioso. «El año pasado ganamos un diputado al PP por 44 votos, no sé qué puede pasar ahora», aseguraba.
Las encuestas, hacia la mitad del escrutinio, ya marcaban la tendencia de que Foro se imponía al PP. «Y eso que falta Gijón [el feudo de Foro], la mayoría de estos votos son de la zona rural», aseguraba un asesor.