La huelga estaba prevista inicialmente para los días 16 y 19 de marzo
13 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) y el de tripulantes de cabina Stavla decidieron ayer suspender la huelga que iban a realizar a partir del próximo viernes en Iberia, después de que el Gobierno haya mediado para desconvocar el paro. Las protestas habían comenzado las pasadas Navidades, en respuesta al anuncio de Iberia de crear una compañía de bajo coste, lo que supondría, según el Sepla, una externalización ilegal de los servicios y una pérdida de puestos de trabajo.
La suspensión de la convocatoria de huelga, prevista inicialmente para los días 16 y 19 de marzo próximos, se produce después de que los sindicatos e Iberia, con la intermediación de Fomento, y del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, hayan «acordado designar un mediador que ayude a articular soluciones e iniciar un proceso de consenso entre ambas partes», según fuentes del Ejecutivo. Además, Fomento señaló que los sindicatos Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y Comisión de Trabajadores Asamblearios (CTA), «a la vista de esta mediación, no convocarán la huelga que también tenían prevista».
Gobierno, centrales y empresa llevaban varias semanas intentando negociar una salida al conflicto y mantuvieron varias reuniones, que no se hicieron públicas, en las que se acordó designar un mediador para abrir un proceso de diálogo.
La suspensión de las protestas afecta, inicialmente, a los paros que estaban convocados oficialmente para el próximo fin de semana. Incluso Iberia publicaba ayer el listado de vuelos cancelados -unos 250 en España en las dos jornadas, 22 de ellos en Galicia-. Los trabajadores habían establecido además un calendario futuro de protestas (22 días más), que inicialmente también queda desactivado, después de esta aproximación entre las partes implicadas. Estos paros afectaban a fechas clave para el turismo, al incluir el puente de San José y sobre todo la Semana Santa. Los pilotos de Iberia ampliaron su calendario de movilizaciones el 2 de marzo, argumentando que la dirección de Iberia no quería sentarse a negociar y rechazaba cualquiera de sus propuestas.