El juez ordena a la Guardia Civil rehacer toda la investigación de la policía sobre el soplo a ETA

Melchor Saiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El magistrado da dos meses para rehacer las indagaciones sobre el caso Faisán que ocuparon cerca de cinco años de trabajo

09 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Pablo Ruz se marcha de la Audiencia Nacional dejando deberes, y muchos, sobre todo en el caso Faisán. El todavía titular del Juzgado Central número 5 ordena a la Guardia Civil, en la que probablemente sea su última resolución sobre el chivatazo a ETA, que revise de cabo a rabo la investigación sobre el soplo al aparato de extorsión de la banda armada que tuvo lugar en las inmediaciones del bar Faisán de Irún el 4 de mayo del 2006. Para ese titánico trabajo, que en la práctica consiste en rehacer unas indagaciones que a la Policía Nacional ocuparon cerca de cinco años de trabajo, el juez da dos meses a la Guardia Civil, que debe señalar quiénes fueron «los presuntos responsables» de la delación después de analizar «todo el material recopilado» en la causa.

La decisión de Ruz de involucrar al instituto armado es su respuesta al fallo de la Sala de lo Penal de la Audiencia, que el pasado noviembre revocó el procesamiento de los tres imputados, el exdirector general del Policía Víctor García Hidalgo, el exjefe superior de la Policía en el País Vasco Enrique Pamiés y el inspector José María Ballesteros; ordenó a Ruz que siguiera con la investigación; y reprochó al juez que se hubiera «nutrido de material indiciario aportado exclusivamente» por el equipo policial que dirigía Carlos Germán.

El instructor, en sintonía con la Fiscalía, cree que reactivar el caso tras el fallo es una diligencia «de obligado e inevitable cumplimiento». Eso sí, matiza, el encargo a los servicios de información de la Guardia Civil no supone la «sustitución» del equipo de Germán.

Contradicciones y errores

Las tareas encomendadas son muchas. En primer lugar tienen que aclarar las «contradicciones» entre las cintas grabadas y la declaración del supuesto cabecilla de la red de recaudación, Joseba Elosua, para precisar cómo y cuándo se produjo el chivatazo ya que la Sala de lo Penal cree que ese extremo no está claro. También deben revisar la investigación de la policía sobre el cruce de llamadas para comprobar si se cometieron errores, amén de elaborar un «perfil operativo» de los sospechosos basándose en la información que los delatores dieron a Elosua.