Rajoy, líder indiscutido, diseñará a su antojo la nueva dirección nacional
17 feb 2012 . Actualizado a las 12:26 h.Los 3.172 delegados del PP se preparan a partir de hoy para una verdadera apoteosis de marianismo en el congreso que los populares celebran en Sevilla. El poder de Mariano Rajoy en el partido es tan grande en este momento que ni siquiera ha habido un debate sobre quiénes ocuparan los puestos más destacados en la nueva dirección o cómo se conformará la nueva estructura. «Se hará lo que decida Rajoy», es la respuesta a cualquier intento de que alguien adelante algo. Y los deseos del líder no están del todo claros, más allá de que ha advertido de que el partido no debe debilitarse por el hecho de que se haya alcanzado el Gobierno.
No hay debate ni presiones y mucho menos oposición, pero por el momento solo hay tres nombres cuya presencia parece garantizada en el nuevo equipo: María Dolores de Cospedal, que repite como secretaria general; Soraya Sáenz de Santamaría, que por primera vez asumirá cargos de relevancia en el partido, y Esteban González Pons, el único de la cúpula anterior que, como él mismo dijo, quedó «huérfano» en Génova al no ocupar un puesto en el Gobierno central o en uno autonómico.
Basagoiti y Sánchez Camacho
Se da por hecho que en muchos casos correrá el escalafón, con el encumbramiento de Juan Carlos Vera o José Antonio Bermúdez de Castro, hasta ahora en responsabilidades de menor nivel. Y también que De Cospedal podrá incluir en el equipo a personas de su entera confianza. Arenas continuará también, al menos hasta que se celebren las elecciones andaluzas. En la cúpula podrían entrar asimismo Antonio Basagoiti y Alicia Sánchez Camacho. Además de premiar así su gestión, Rajoy trataría de promocionar a ambos de cara a las autonómicas en el País Vasco y Cataluña. Suena también el ex número dos de Gallardón, Manuel Cobo.
Si Rajoy optara finalmente por no integrar a ningún ministro en el comité ejecutivo, saldrían de la actual dirección Ana Pastor, Ana Mato, Cristóbal Montoro, Miguel Arias Cañete y Alberto Ruiz-Gallardón, aunque podría haber excepciones.