Rajoy rechaza la presión de la UE y el PSOE para adelantar el Presupuesto

G. Bareño / E. Clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

ANDREA COMAS

En su cita con Rubalcaba pactó renovar el Constitucional antes del verano

16 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Mariano Rajoy no va a ceder ante las presiones de la Unión Europea para que adelante la presentación de los Presupuestos. Así se lo transmitió ayer al líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante la reunión que ambos mantuvieron en la Moncloa. «No estoy dispuesto a hacer unos presupuestos que no sean verdad», contestó Rajoy al líder del PSOE que, en sintonía con la Comisión Europea, lo apremió para que adelante la aprobación de las cuentas públicas. Según fuentes del Ejecutivo, el presidente advirtió de que se presentarán «en su momento», es decir, en marzo, cuando se conozcan las nuevas previsiones de crecimiento europeas y el déficit público del 2011.

En ese deseo de Rajoy de no precipitarse cuenta también la esperanza de que la Unión Europea acabe por modificar su exigencia de que el déficit español se reduzca hasta el 4,4 % antes del 2013. Sin llegar a tanto, el presidente transmitió a Rubalcaba que su intención es cumplir los objetivos de déficit mediante la austeridad en el gasto y la reforma fiscal, aunque espera también que Bruselas fije unas previsiones de crecimiento «realistas» para España. El Gobierno considera que la previsión del 0,7 % de crecimiento en España que maneja la UE para fijar la del objetivo de déficit no es creíble y por eso ambas deben reajustarse.

Rubalcaba trasladó a su interlocutor que la UE debe ralentizar el calendario para la reducción del déficit al 4,4 % porque la política de ajustes en solitario en una situación de estancamiento y recesión en Europa sin medidas que fomenten el crecimiento es contraproducente.

Ambos acordaron que renovarán el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas, el Consejo de RTVE y el Defensor del Pueblo antes de que finalice el actual período de sesiones. Esto supone dejar pendiente el desbloqueo de estos órganos institucionales hasta antes del verano, un plazo superior a los tres meses que se puso el presidente del Gobierno en el debate de investidura.

El líder socialista dijo que en la reunión, que duró cuatro horas y fue «franca y a fondo», había expresado a Rajoy su «voluntad de colaborar» para contribuir a una salida justa de la crisis. En esa línea, se mostró dispuesto a trabajar junto al Gobierno para hacer reformas estructurales con dos objetivos: mejorar la competitividad y la equidad. También hubo coincidencia en que las políticas de Estado (Exteriores, Defensa y lucha antiterrorista) deben ser pactadas entre los dos grades partidos.

Pero Rubalcaba le reafirmó a Rajoy su rechazo profundo y frontal a la reforma laboral, a la que anunció que los socialistas presentarán una enmienda a la totalidad en el Congreso. También confirmó que habrá dirigentes de su partido en las movilizaciones convocadas para el domingo por los sindicatos.