Decidieron además congelar por segundo año consecutivo los sueldos de los 350 diputados y 266 senadores.
26 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Las mesas del Congreso y del Senado acordaron ayer suprimir su aportación mensual al plan de pensiones de los parlamentarios al menos durante este año -aunque en una decisión prorrogable-. Decidieron además congelar por segundo año consecutivo los sueldos de los 350 diputados y 266 senadores, así como el de los funcionarios de ambas instituciones. El presidente del Congreso, Jesús Posada, lo planteó en la reunión de los órganos de gobiernos de las dos Cámaras en coherencia con el plan de ajuste del Gobierno de Rajoy. Las Cortes esperan ahorrar con estas medidas en torno a 2,5 millones de euros. Se da la circunstancia que la supresión de las aportaciones del Parlamento a los planes de pensiones de sus señorías fue planteado la pasada legislatura por BNG y Nafarroa Bai, pero fue descartado por el anterior presidente del Congreso, el socialista José Bono. También IU, UPyD e Iniciativa per Catalunya se mostraron partidarios tras las elecciones de abolir este privilegio, pero los dos partidos mayoritarios y los nacionalistas vascos y catalanes rechazaron la medida.
A partir de ahora, si un diputado o un senador quieren seguir con este plan de pensiones tendrán que financiarlo de su bolsillo. El Congreso y el Senado contribuían cada mes con cerca de 300 euros al plan de pensiones de cada parlamentario, lo que supone al año 4.000 euros.
Congelación salarial
Las mesas también resolvieron mantener congelados este año los sueldos de sus señorías. Las remuneraciones de los parlamentarios sufrieron en el 2010 el recorte del 5 % que se aplicó a todos los funcionarios de la Administración dentro del paquete de ajuste anunciado por Zapatero en mayo de aquel año. Esos emolumentos también sufrieron una congelación en el pasado ejercicio.
Asimismo, el Congreso y el Senado mantendrá en el cajón la mayoría de los grupos de amistad con Parlamentos de otros países. Bono ya decidió la legislatura anterior dejar en suspenso la actividad de estas iniciativas, que se habían convertido en «agencias de viajes», en opinión de muchos parlamentarios, y eran una fuente de gasto notable. De los 18 grupos que había, en la pasada legislatura se paralizaron diez; del resto se redujo el número de sus componentes.