La búsqueda de los dos hermanos de Córdoba se extiende al extranjero

Luis Ortega / Efe

ESPAÑA

Interpol ha activado el código amarillo de búsqueda internacional de Ruth y José Bretón cuya desaparición el pasado 8 de octubre denunció su propio padre.

21 dic 2011 . Actualizado a las 00:54 h.

Han pasado ya un total de 73 días desde que los pequeños Ruth y José Bretón, de 2 y 6 años, desaparecieron en el parque Cruz de Conde de Córdoba y su búsqueda se extiende desde este martes al extranjero.

Interpol ha activado el código amarillo de búsqueda internacional de los hermanos cuya desaparición el pasado 8 de octubre en las cercanías de un conocido parque de juegos infantil denunció su propio padre.

No habían pasado ni 24 horas desde que José Bretón, el padre de los menores, los había recogido en sus respectivas escuelas en Huelva, donde reside la madre de los pequeños que había iniciado semanas antes el proceso de separación de su marido.

Por este motivo, principalmente, el padre de los progenitores centró las pesquisas policiales desde el primer día al constatar los investigadores que había «lagunas» en su declaración y denuncia de desaparición.

Hasta Córdoba se desplazó de inmediato el comisario de la Policía Judicial de Sevilla, Manuel Piedrabuena, que se encargó de la investigación del caso Marta del Castillo, ya que el asunto se había convertido en algo más que una desaparición.

Agentes de la Policía Científica se afanaban en buscar indicios sobre el paradero de los menores en las viviendas de la familia de Bretón, las unidades caninas rastreaban palmo a palmo el terreno aledaño a una finca ubicada en el polígono de Las Quemadillas y hasta unidades acuáticas peinaban el río Guadalquivir.

Cada búsqueda resultaba infructuosa y cada declaración del padre de los menores, hasta entonces en calidad de denunciante, solo arrojaba más confusión al caso.

Fuentes cercanas a la investigación aseguran a Efe que desde el primer día los agentes están convencidos de que Bretón miente, pero no encuentran pruebas sólidas para incriminarle o para arrojar luz sobre el paradero de los menores.

Fue el 21 de octubre, solo trece días después de la desaparición, cuando el juez instructor del caso, tras llevar a cabo una mediática reconstrucción de los hechos en el parque, a plena luz del día y ante muchos ciudadanos, decretó el ingresó en prisión de Bretón, detenido tres días antes.

El juez, a instancias de la Fiscalía, le acusa de un delito de detención ilegal cualificada de desaparición de menores y otro de simulación de delito.

En ese momento, se incrementan las concentraciones ciudadanas en apoyo a la familia y exigiendo el regreso de los menores, pero la noticia de la imputación de Bretón no inquieta a la familia materna de los niños, que sigue recluida en Huelva a la espera de noticias favorables.

La madre de los menores, Ruth Ortiz, quien el mismo día de la desaparición de sus hijos había interpuesto una denuncia contra su marido por un supuesto acoso psicológico, seguía pidiendo cautela a través de su portavoz y que se respetara la presunción de inocencia.

Para entonces, la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional ya se había encargado del caso y se investigaba minuciosamente todo lo que pudo ocurrir el 8 de octubre.

Los investigadores revisaban las cámaras de seguridad aledañas al parque donde desaparecieron los menores, se registraban pozos y alcantarillas cercanas a la finca de Las Quemadillas y se desgranaba la versión de Bretón, pero pasaban los días y no se encontraba rastro alguno de los pequeños.

Mientras, el padre de los menores sigue en prisión bajo un régimen antisuicidio y sometido a diversas pruebas sicológicas, pero los investigadores no logran encontrar una versión coherente a lo sucedido.

Hoy, 73 días después de la desaparición de Ruth y José, los agentes siguen rastreando descampados en busca de los niños y la Interpol ya ha activado el código amarillo para buscar a los pequeños en el extranjero.