El regreso armado del Polisario le abre el primer frente exterior al PP

mateo Balín MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Los saharauis podrían declarar la guerra a Marruecos esta semana

11 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Nuevos tiempos se avecinan para los saharauis. Los 1.500 compromisarios que tendrán voz y voto en el congreso que se celebrará del 15 al 19 de diciembre en la ciudad liberada de Tifariti tomarán la decisión de volver a las armas. No hay marcha atrás. La presión del pueblo y del Ejército de volver a declarar la guerra a Marruecos tras 20 años de alto el fuego supervisado por la ONU es muy fuerte y todas las partes consultadas lo dan por hecho. Dirigentes del PP conocen esta posibilidad, que, dada la cercanía del partido con los saharauis, podría complicar las ya de por sí tensas relaciones con el vecino marroquí. En el congreso de Tifariti, la ciudad del Sáhara Occidental, en la provincia de Saguia el Hamra, tendrán palabra desde la dirección del Frente Polisario, los militares o los delegados extranjeros hasta las autoridades provinciales, los jefes tribales o los movimientos de las zonas ocupadas.

Como es habitual, a Tifariti acudirá una amplia delegación española, de unas 40 personas. Las invitaciones han sido tramitadas por el Polisario y están dirigidas a los responsables de las áreas de relaciones internacionales de los diferentes partidos políticos, sindicatos, intelectuales, juristas y oenegés que trabajan en la causa saharaui.

Pese al distanciamiento vivido en los últimos años con Zapatero, dada la cercanía que mantuvo con las tesis franco-marroquíes y su inmovilismo para la celebración del esperado referendo de autodeterminación, los organizadores han convidado a dirigentes del PSOE con responsailidades en el Ejecutivo y a socialistas de base más activistas. También invitó al dirigente del PP Jorge Moragas. El jefe de gabinete del futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ejerció en los últimos tiempos un rol prosaharaui muy activo. El PP exhibió siempre su cercanía a la causa saharaui y el deber histórico y moral de España para con su pueblo. Fue Aznar el que logró que la ONU no aceptara la propuesta de una autonomía para el Sáhara que defendían EE.UU. y Francia, favorable a Marruecos, y que dejaba el derecho a decidir de los saharauis en papel mojado.

En todo caso, si al final los rifles se alzan en el desierto del Sáhara, el Gobierno de Rajoy tendrá que lidiar con su primer frente exterior. Y es sabido que el PP ha sido un partido denostado en Rabat desde la época de Aznar y el caso del islote de Perejil, en julio del 2002.