Condiciona la prolongación del plazo al estado de las cuentas públicas
02 dic 2011 . Actualizado a las 12:12 h.De momento tendrán que esperar. Mariano Rajoy no tomará la decisión de aplazar la devolución de los anticipos de financiación del Gobierno a las comunidades autónomas hasta que evalúe cuál es el estado real de las cuentas públicas. La principal reivindicación de los barones territoriales que se reunieron ayer con el presidente del Gobierno electo en la sede nacional del PP en la calle Génova queda así en el aire. En la cita no estuvieron presentes el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo; el de Murcia, Ramón Luis Valcárcel; ni el líder de los populares vascos, Antonio Basagoiti.
Hace solo cuatro meses, Rajoy consideró «prioritario» conceder a las autonomías una moratoria de diez años para que devolvieran los aproximadamente 23.000 millones que recibieron a cuenta de la liquidación del IRPF y el IVA correspondientes a los años 2008 y 2009. En julio, las once comunidades gobernadas por el PP se lo exigieron a la vicepresidenta Elena Salgado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. En respuesta a la negativa que dio el Gobierno, Rajoy se comprometió a aplazar el pago cuando llegara a la Moncloa, lo que confirmó durante la campaña electoral.
Ahora, tras ganar las elecciones por mayoría absoluta, solo se compromete a abordar el tema con «buena voluntad», según dijo Javier Arenas, que fue el encargado, junto a la secretaria general, María Dolores de Cospedal, de explicar lo que había sucedido en el encuentro. Una vez más, Rajoy eludió comparecer en público ante los periodistas, como ha hecho desde la noche electoral del 20-N.
El vicesecretario general de Política Territorial del PP explicó que que no se había tratado «absolutamente nada» de este asunto en la reunión, ni por parte de los barones ni de Rajoy. Sin embargo, durante el almuerzo sí se abordó de forma colateral la urgencia de aplazar la devolución, según confirmaron varios asistentes.
No se planteó la posibilidad de adelantar los fondos de competitividad y de cooperación, como reclaman algunas autonomías. Galicia ha pedido insistentemente los 243 millones de euros que le debe el Estado a cuenta del segundo fondo.
Por la mañana, el coordinador de política autonómica y local del partido, José Manuel Moreno, había hecho crecer las expectativas al anunciar que el próximo Gobierno daría un plazo «en torno a diez años» a las autonomías para pagar sus deudas. Explicó que era imprescindible dar una solución al «brutal» problema de tesorería que tienen «sin que se endeuden un solo euro más».
El motivo de la convocatoria de Rajoy era reclamar a los presidentes su apoyo en la lucha contra el déficit, lo que logró de forma unánime. Les anunció también que su Gobierno creará un grupo de trabajo para evitar duplicidades y solapamientos de competencias entre las Administraciones con el objetivo de evitar sobrecostos.