El padre de Marta desvela una grabación que incrimina al hermano de Miguel Carcaño

Cecilia Cuerdo / Colpisa

ESPAÑA

Las imágenes, que no han podido ser aportadas como prueba por su mala calidad, echarían por tierra la coartada de Javier Delgado.

23 nov 2011 . Actualizado a las 22:29 h.

Una grabación de vídeo de unas cámaras de seguridad acreditarían que Javier Delgado, hermano del asesino confeso de Marta del Castillo, habría mentido al asegurar que pasó la tarde en casa de su exmujer jugando con su hija, lo que permitiría situarle en el escenario del crimen tal y como confesó el menor implicado, que aseguró que se quedó limpiando la vivienda mientras el resto de acusados se deshacían del cuerpo. No obstante, las imágenes no han podido ser aportadas como prueba debido a su mala calidad.

Ha sido el padre de Marta, Antonio del Castillo, quien desvelaba la última línea de investigación seguida por la Policía. Unas imágenes en las que se vería a Javier Delgado entrar en la vivienda de su ex esposa en torno a las 21 horas y salir de las mismas apenas 17 minutos después, por lo que le habría dado tiempo de acudir a la vivienda de León XIII y dar instrucciones al resto de acusados para deshacerse de pistas y resto de lo sucedido.

Asimismo, echaría por tierra la declaración de su exmujer, Rosa S. M., que confirmó que Delgado estuvo en su casa hasta cerca de las 23.30 horas, cuando lo recogió su actual pareja María García -también implicada para llevarlo a su local.

Los agentes habrían remitido las cintas a diversos laboratorios para poder depurarlas y conseguir imágenes nítidas, aunque ninguna de estas intervenciones habría dado resultados satisfactorios. Y es que al ser muy borrosas, no se distingue con claridad el rostro de Javier Delgado, por lo que ante su deficiente calidad no se han podido aportar como prueba inculpatoria ante un juzgado. No obstante, algunos testigos del entorno de Delgado sí le han reconocido en las imágenes «por sus andares».

«Es tantísima suerte la que ha tenido que, si hubiera intentado planearlo todo tan perfectamente, no le hubiera salido», se lamentó el padre de Marta, quien explicó que aunque se consiga depurar las imágenes más adelante, una vez juzgado el caso ya no se pueden volver a aportar. Antonio del Castillo también expresó su convicción de que el hermano de Miguel Carcaño pudo contar algo a su exmujer, aunque «si no hay pruebas no se le puede acusar de falso testimonio».

Mientras tanto, la decimoséptima sesión del juicio continuó en la Audiencia Provincial con la declaración de la psicóloga que atendió a la familia de Marta en los días posteriores a su desaparición, que incidió en el calvario que aún viven. Según la experta, los síntomas traumáticos que padecen se podrían convertir en crónicos si el cuerpo de la adolescente no aparece, e incluso podrían verse acrecentados tras el juicio ante la «sensación de vacío» por no poder esclarecer el paradero del cadáver. Un testimonio que incide en la imputación por un delito por daño moral a la familia.

La experta fue especialmente contundente con la madre, Eva Casanueva, y la mayor de las hijas, Mónica, las que más han acusado los efectos de la experiencia traumática. A la primera «le fallaron las fuerzas» para atender a su familia y llevar una vida normal, y padeció ansiedad, depresión, lumbociática, taquicardia, insomnio, pesadillas y una «profunda» tristeza, además de la sensación de que «haga lo que haga no sirve para encontrar a su hija». Por su parte, a Mónica le detectaron síntomas físicos como «ahogos y mareos» y una «fobia desmedida a salir de clase», al tiempo que la situación afectó negativamente a su rendimiento escolar. Las dos hijas han tenido que cargar además con «la ausencia física y emocional de los padres», puesto que los progenitores «han estado en su propio dolor y en un proceso judicial y mediático».