Rubalcaba plantea una reforma urgente de la financiación que limitaría la autonomía de las comunidades para primar el gasto social

M. Cheda MADRID

ESPAÑA

UGT se alía con el PSOE al llamar a la participación masiva y pedir al PP «claridad y concreción» con su programa.

14 nov 2011 . Actualizado a las 21:45 h.

Como colofón a una legislatura marcada en lo laboral por la controvertida reforma, a seis días de que se celebren las elecciones generales el candidato socialista ha buscado esta mañana una postal de reconciliación con el sindicalismo. Alfredo Pérez Rubalcaba se ha reunido y fotografiado en la sede de la Unión General de Trabajadores (UGT) en Madrid con el máximo responsable de esta, Cándido Méndez, junto a un busto del fundador del PSOE, el ferrolano Pablo Iglesias. Todo un símbolo.

Acabada la entrevista, el aspirante a la Moncloa ha participado en una rueda de prensa -algo inusual en fechas como estas- en la cual ha lanzado una propuesta de reforma «urgente» y «parcial», con o sin consenso, del sistema de financiación autonómica. En virtud de la misma, las comunidades se verían obligadas a destinar a educación, sanidad y servicios sociales un 80 % del total de fondos que el Estado les transfiera, cuando en la actualidad, de manera voluntaria, gastan en eso un 75. En la práctica, supondría reasignar y blindar el destino de unos 4.500 millones de euros de un global de 90.000. Sobre el papel, además, comportaría limitar la capacidad de maniobra de gobiernos como el de la Xunta.

Por su parte, Méndez ha eludido solicitar el voto directamente para ninguna formación «porque el grado de madurez política de nuestro país es muy alto», si bien se ha aliado claramente con los intereses de los progresistas, al realizar un llamamiento a la participación masiva de los electores en la cita del 20-N. Asimismo, en un segundo guiño al partido del puño y la rosa, ha exigido al PP un ejercicio inmediato de «claridad y concreción» de su programa en temas «clave» como la educación, la sanidad, las prestaciones por desempleo y las pensiones. Llevarlo a cabo «sería un acto de lealtad democrática», ha espetado.

Asimismo, ambos líderes han evitado tratar en profundidad asuntos de fricción entre las dos partes. Sí han querido destacar, en cambio, su sintonía a propósito de lo que habría de ser el futuro a corto de la UE. A su juicio, Bruselas debería flexibilizar los calendarios de reducción del déficit entre sus socios y acompañar las políticas de ajuste ya en marcha con otras que estimulen la economía y creen empleo. O sea, bajar el pistón y abrir el grifo de la inversión estatal. El Banco Central Europeo, en paralelo, tendría que responder con contundencia a los ataques «claramente especulativos» que está sufriendo la deuda pública; esto es, comprar más.

Nada más concluir el encuentro y comparecer ante los medios, el exministro del Interior ha partido raudo hacia A Coruña, en cuyo recinto Palexco ofrecerá este mediodía un mitin para medio millar de personas, mientras que horas más tarde, a partir de las 19.45, prevé dar otro dentro del pabellón de As Travesas (Vigo), con aforo para 4.500 seguidores. Entremedias, se estrenará en el formato de las miniarengas a las 16.15 en Betanzos (Mesón Los Arcos), las 17.15 en Oroso (Centro Cultural Fernando Casas y Nóvoa) y las 18.15 en Rianxo (Cuartel Vello). «Cuando a uno las encuestas no le van bien, lo que tiene que hacer es trabajar muchísimo más», ha justificado Rubalcaba este incremento de actividad en su caravana.