Los testigos dejan una hora sin localizar a Samuel, uno de los imputados

EFE

ESPAÑA

La exnovia afirma que lo dejó en una hamburguesería sobre las nueve y los amigos han declarado que llegó sobre las 22:30.

07 nov 2011 . Actualizado a las 16:51 h.

Cuatro testigos que han declarado hoy en el juicio por la muerte de Marta del Castillo han afirmado que uno de los imputados en el caso, Samuel Benítez, llegó a una reunión de amigos en torno a las 22.30 horas, aunque su exnovia asegura que lo hizo algo más de una hora antes.

Los cuatro testigos, un chico y tres chicas, han coincidido en afirmar que Benítez, acusado de cómplice en la operación para hacer desaparecer el cuerpo de la joven tras su asesinato en enero de 2009, llegó a una hamburguesería de la barriada de Montequinto, de Dos Hermanas (Sevilla), a las 22.30 horas del sábado 24 de enero y sin su exnovia.

Por su parte, la exnovia, que hoy ha negado su relación sentimental con Benítez porque lo conocía físicamente desde un día antes aunque no así por las redes sociales, ha afirmado que lo dejó en la hamburguesería con el resto de amigos a las 21.15 horas «más o menos», aunque el resto de los testigos afirmaron que llegó sólo.

Este grupo de amigos se juntaron al mediodía del sábado 24 de enero en Montequinto para un cumpleaños, luego se dividieron y por la noche se volvieron a encontrar en una hamburguesería para ir después a un pub.

Por la tarde, en un tramo de entre dos y tres horas, según los testigos, Benítez y su exnovia estuvieron juntos y solos en un parque de la zona, ha afirmado ella.

Tras la cena, todos afirmaron que se vieron luego en un pub de la zona, del que se marcharon sobre la 01.30 horas de la madrugada, momento en el que Benítez y su exnovia caminaron hasta que el imputado cogió un autobús para Sevilla sobre las dos de la madrugada, hora en la que, según el fiscal, los acusados se deshicieron del cadáver de Marta.

La exnovia ha agregado hoy que cuando declaró la primera vez era menor de edad y que la Policía le «coaccionó» con que iría a prisión, así como que le gritaron y le metieron «mucha presión», lo que aseguró que se repitió la segunda vez que declaró, en esta ocasión acompañada de su madre.

Estos cinco testigos, que han declarado protegidos por una mampara, también han afirmado que Benítez estuvo muy pendiente del móvil toda la tarde y que en el pub salió varias veces -cuatro o cinco- para atender las llamadas que recibía.

Una de las amigas ha dicho que incluso le prestó a Benítez su teléfono para hablar con el asesino confeso de Marta, Miguel Carcaño, porque el suyo no tenía saldo.

Benítez le dijo a esta chica que una amiga había desaparecido y ella mismo llamó a Carcaño, cuyo número conocía a través de las redes sociales, y le preguntó qué pasaba con Marta, a lo que le respondió que la había dejado en su casa y que no sabía nada más, tras lo cual le pasó el móvil al imputado.

Además de estos amigos, hoy han declarado otros cuatro testigos relacionados con el imputado Francisco Javier Delgado, hermano de Carcaño.

Dos de ellos eran socios suyos en un bar de Sevilla, uno un amigo y el cuarto otro amigo que le ayudaba de vez en cuando en el bar, al que Delgado le contó, días después de la desaparición de Marta, que «algo gordo» se le venía encima y que se enteraría más tarde.

Los dos socios han afirmado que Delgado llegó al bar sobre las doce de la noche, como hacía habitualmente, y uno de ellos ha dicho que entre la 01.30 y las 03.00 de la madrugada no se registró ninguna consumición en el bar, algo que ocurría con cierta asiduidad, ha dicho.

A otro amigo, Francisco Javier Delgado le reconoció que estaba «desolado» días después del crimen y que estaba dispuesto a dejar el bar.